Quisiera hacer algunas consideraciones sobre la propuesta y sobre el tempo de aplicación. En primer lugar, desde 1982 el Partido Socialista gobierna en la Junta de Andalucía. Han pasado 31 años completos para poder decidir que ha llegado el momento de que la administración autonómica tiene que ser transparente. Treinta y un años ha tardado el PSOE en darse cuenta de que tenían que aprobar una de las leyes de mayor trascendencia de nuestra democracia.
En segundo lugar, cuando un gobierno (en este caso el autonómico pero igual le ha pasado al central) nos propone una Ley de Transparencia, la pregunta no es sólo por qué no se hizo antes, sino por qué no se ha sido transparente a pesar de no haber tenido Ley. Es decir, al amparo de obligado cumplimiento de una Ley de transparencia todos hemos de serlo y bienvenida, aunque tardía, sea. Pero no haber practicado la transparencia durante más de treinta años no tiene nada que ver con que no hubiera Ley que obligara, sino simple y llanamente que no han querido ser transparentes.
Hemos contado con una serie de gobiernos del mismo partido que han practicado el ocultismo, la mala gestión, muchas veces el amiguismo y el enchufismo, en todo el periodo democrático autonómico, sin ninguna calidad de transparencia e información. El derecho de acceso a la información pública deberíamos de haberlo tenido desde el primer momento. Han tardado en darse cuenta y más vale tarde que nunca. Pero que no quieran colocarse ninguna medalla por ello, los ciudadanos ya habíamos tomado nota del oscurantismo de treinta años.
La publicidad activa, como elemento que favorece la participación ciudadana, ha sido una demanda permanente no sólo se las fuerzas políticas sino de toda la sociedad organizada. Así que hay que recordarle tanto a PSOE como a IU, socios de gobierno, que si no han sido transparentes hasta ahora es porque no han querido, porque no había ninguna Ley que les prohibiera ser transparentes.
- Francisco Pineda Zamorano es asesor en Relaciones Internacionales y Cooperación