EDITORIAL
La gran oportunidad de Guinea Conakry
martes 21 de octubre de 2014, 14:31h
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Alpha Condé es el nuevo presidente de Guinea Conakry. |
Guinea Conakry se abre al mundo como un interesante foco de atracción de la inversión y del comercio exterior ofreciendo un amplio abanico de oportunidades al empresario y a la inversión extranjera. España no debería dejar pasar esa oportunidad. Al frente del nuevo equipo de gobierno, elegido democráticamente, se encuentra un general español por mandato de la ONU, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, que asesora al nuevo presidente Alpha Condé en la reestructuración de unas Fuerzas Armadas que deben velar por las garantías y seguridad del estado. A las innumerables riquezas nacionales se une la oportunidad de apoyar al desarrollo de un país que cuenta con gran apoyo internacional.
Resulta indudable a estas alturas que la mayor parte de los países el África negra tienen una gran oportunidad para los próximos lustros. A la situación de estancamiento de las economías desarrolladas –USA, Japón y UE principalmente-, se una la ola de desarrollismo que viven otras regiones del planeta, los llamados BRIC’s (Brasil, Rusia e India principalmente), a los que se unen otras economías emergentes como Arabia Saudita o el estable desarrollo de los antiguos países del bloque CAME (los llamados PECOs de Europa Oriental), ya plenamente integrados en el contexto de la economía UE, aunque muchos de ellos no pertenezcan aún al euro.
Si Europa vivió durante siglos una edad de oro privilegiada que le concedió crédito para que vivieran generaciones enteras del lucro colonialista, ahora la balanza se ha trastocado, y millones de seres que hasta hace poco vivían en el subdesarrollo comienzan un nuevo ciclo insospechado que se cobrará con creces las economías de explotación del pasado.
Estamos, pues, ante un lapso de ciclo económico en el que una parte de los territorios del planeta han comenzado una nueva etapa.
Sin embargo, la gran reserva mundial de materias primas de que es el continente africano permanece aún sumida entre las guerras tribales y étnicas –residuos de los repartos y fronteras trazadas tras la era colonial-, y deben buscar nuevos horizontes. Otras amenazas, como la del terrorismo islámico de Al-Qaeda, alejan de las perspectivas inversoras la posibilidad de atraer nuevos capitales humanos y financieros que posibiliten la oportunidad de un nuevo desarrollo.
En este contexto, uno de los Estados que se salva es Guinea Conakry (República de Guinea), un país enclavado en el África Occidental que sale airoso de un trascendente proceso de transición desde una dictadura hacia una democracia plena.
La ONU ha designado recientemente a un general español, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, como consejero del nuevo Presidente Alpha Condé, convertido en 2010 en el primer presidente electo desde la independencia del país de Francia en 1958. El general español tiene como principal misión la de organizar unas fuerzas armadas capaces de servir al país por encima de los intereses involucionistas o golpistas que pudieran emerger en un momento dado. El militar español es un hombre NATO y de ONU, curtido en ambientes internacionales donde se mueve muy bien y en los que se encuentra como pez en el agua, no en balde ha formado parte de las acciones de los mandos aliados y de ONU durante el conflicto de Kosovo, pero también del Líbano, Albania o Angola.
La República de Guinea –o Guinea Conakry, como también se la conoce-, es un país con la mitad de la extensión de España y casi 14 millones de habitantes. Cuenta con innumerables riquezas naturales, entre las que destacan la principal reserva de bauxita del mundo, pero también oro y diamantes y otros minerales y piedras preciosas. Es un escándalo geológico. Pero también cuenta con otras riquezas como la agricultura, destacando por la piña, los plátanos o el mango, de inmejorable calidad.
El país está ubicado justo en la cornisa de entrada al Golfo de Guinea desde el norte de África, lo que ofrece inmejorables condiciones de comunicación marítima con los países del citado Golfo que están actualmente inmersos en la explotación petrolífera. Es quizás el Golfo de Guinea una de las potenciales zonas del mundo de mayor crecimiento en los próximos 20 o 25 años. Y un lugar del mundo para tener en cuenta como oportunidad de negocio. Guinea Conakry está justo inmersa en ese centro neurálgico y ofrece excelentes oportunidades.
Guinea Conacry ya se ha lanzado a un trayecto directo vía marítima desde Canarias y un vuelo directo desde Madrid, ahora necesariamente vía París y acaba de abrir Embajada en Madrid. España, con su empresariado al frente, debería estar en esa nueva ola desarrolladora y no dejar pasar una oportunidad de oro para mantener e incrementar la presencia española en África.