Por ejemplo, la solución Multi-Mission Model (MMM) de VFS Global está diseñada para atender los requisitos de una serie de gobiernos de Schengen y de otros países desde cada puesto de trabajo biométrico de su red mundial de centros de solicitud de visados.
"Los datos biométricos se encriptan en la fuente para garantizar que la información de los solicitantes esté altamente protegida, sin dejar lugar a ningún compromiso de integridad. Por ejemplo, se transmite un paquete encapsulado a través de un túnel de red privada virtual (VPN) punto a punto establecido entre un centro de solicitud de visados y el cortafuegos de su centro de datos. Además, los datos biométricos se purgan según las directrices del cliente, y se realizan auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento de la purga de datos" explican desde VFS Global, empresa que presta servicios biométricos a 44 gobiernos clientes en más de 130 países con soluciones biométricas de autoinscripción a través de móviles y quioscos de autoservicio, la unión entre la seguridad y comodidad para el usuario y los cuerpos de seguridad.
2021 fue un año clave para este tipo de soluciones ya que Arabia Saudí fue el primer país en permitir el registro biométrico en teléfonos inteligentes, como fue en el caso para los peregrinos del Hajj y la Umrah. Y de hecho, es Reino Unido quien, actualmente, está llevando a cabo pruebas de viabilidad de autoinscripción para probar las tecnologías emergentes que permiten a los clientes de visados presentar información biométrica.
España ha dado ya pasos hacia esto con reconocimiento facial en algunos aeropuertos. En 2019 y gracias a Iberia se pudo completar el proceso de facturación, pero la otra solución biométrica que se puede encontrar en algunos controles pertenece a la Policía Nacional para controlar la entrada de viajeros.
¿Será entonces nuestro país el siguiente en unirse a la tecnología más avanzada para la seguridad y comodidad de las personas?