En España conocen muy bien que los lazos históricos entre España y Uzbekistán se remontan a muchos siglos atrás. Ruy González de Clavijo, embajador del rey Enrique III de Castilla, es muy conocido por su famosa obra Diario de los viajes de González de Clavijo hasta Samarcanda, los años 1403 y 1406 en la corte de Tamerlán. A principios del siglo XV Clavijo visitó Samarcanda, la capital del gran gobernante medieval Tamerlán, para establecer formalmente las relaciones diplomáticas, culturales, educativas, políticas y económicas entre los estados.
En Uzbekistán también conocen muy bien sobre este hecho histórico, incluso una de las calles de Samarcanda lleva el nombre del embajador español Ruy González de Clavijo, y no muy lejos de Samarcanda hay una pequeña ciudad llamada Madrid.
El análisis del desarrollo histórico de nuestros dos pueblos nos permite identificar muchos elementos similares que posteriormente han tenido un cierto impacto en la formación de la mentalidad cultural y la identidad propia. Y tales elementos son inherentes no sólo a la Edad Media, sino también en la época moderna, cuando nuestros pueblos, por una u otra circunstancia, hicieron su elección a favor de un mayor progreso basado en los valores de la democracia.
Estos aspectos constituyen la base de la actual etapa de cooperación uzbeka-española. El reconocimiento de la independencia de Uzbekistán por parte de España en 1991 y el establecimiento de relaciones diplomáticas en marzo de 1992 dieron paso a una nueva etapa de expansión consistente y dinámica de la cooperación mutuamente beneficiosa en prácticamente todos los ámbitos, desde el diálogo político a varios niveles hasta la economía, la cooperación empresarial, la cultura, el turismo y la cooperación humanitaria.
Un evento importante en las relaciones políticas bilaterales modernas entre la República de Uzbekistán y el Reino de España fue la reunión entre el Presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, y el Rey de España Felipe VI que tuvo lugar el 9 de junio de 2017 en Astana, en el marco de la exposición internacional "EXPO-2017". La reunión contribuyó a impulsar la interacción en prácticamente todos los ámbitos: se intensificó el diálogo político, las grandes empresas españolas comenzaron a mostrar un creciente interés y a entrar en el mercado uzbeko, lo que fue posible en gran medida gracias a la ampliación del marco legal y contractual, y se intensificó la interacción en el ámbito humanitario.
Hoy en día continúa el trabajo para intensificar la cooperación bilateral y poner en práctica nuevas ideas prometedoras.
Por supuesto, el éxito de la interacción política está casi inextricablemente ligadao a la cooperación económica.
La considerable base de materias primas de Uzbekistán, su proximidad geográfica a vastos mercados, sus desarrolladas infraestructuras de transporte y su potencial industrial y científico-tecnológico lo hacen muy atractivo para las empresas españolas.
No es extraño que empresas españolas como Maxam, Talgo, Eptisa e Initech Energia ya estén operando con éxito en el país. Además, también se están realizando negociaciones con empresas españolas como Repsol, Iberdrola, Indra, Abener-Abengoa, Isolux Corsan, OHL Industrial y otras.
Al mismo tiempo, un papel importante desempeñan los procesos de la diplomacia de pueblo. Es imposible hablar de la integridad y el alcance de la interacción bilateral sin la participación del sector público: representantes del mundo de la ciencia, la educación, la cultura, los turistas y la gente común y corriente.
Últimamente se observa una evolución en este ámbito: se fortalecen los lazos de cooperación con las instituciones de enseñanza superior, la cultura y las artes, y un creciente flujo de turistas.
El deseo mutuo de los pueblos de los dos países de conocerse mejor es un incentivo clave para seguir aprovechando el considerable potencial que existe en este ámbito.
Los nombres de Velázquez, Picasso, Dalí, Goya y Gaudí, junto con el del matemático Al-Khorezmi, al que se le erigió un monumento conjunto en 2020 en la sede de la Universidad Complutense de Madrid, están inscritos en el tesoro de la civilización mundial. Los nombres de los enciclopedistas al-Beruni y al-Fergani, el gran médico y erudito Avicena y el poeta Alisher Navoi demuestran una rica herencia y ciertas similitudes en las tradiciones culturales y la mentalidad de nuestros pueblos. Esto, a su vez, presenta una oportunidad única para ampliar la cooperación entre los museos, para preservar y promover este patrimonio que ha fomentado el desarrollo espiritual de toda la humanidad.
Uzbekistán ocupa el 9º lugar en el mundo en número de lugares históricos y turísticos. Los monumentos arquitectónicos de ciudades milenarias como Samarcanda, Bujara, Khiva, Khorezm, junto con las artes aplicadas intrínsecamente únicas, y la hospitalidad del pueblo uzbeko, que combina armoniosamente las antiguas tradiciones orientales con el moderno estilo de vida, hacen de Uzbekistán un país de destino turístico con un rico patrimonio cultural e histórico.