Fue uno de los promotores de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, y participó también como miembro en el Instituto de Estudios Madrileños. En enero de 1996 ingresó en la Real Academia de Doctores de España, con un discurso sobre la 'Dimensión científica del periodismo'.
Además de la docencia y el estudio teórico del periodismo -que le inspiró varios libros como 'Los alcaldes de Isabel II', 'Periodismo y periodistas en el Madrid de la Primera Restauración' o 'Madrid, empresa nacional'-, también lo ejerció en la práctica, desde medios como Arriba, La Vanguardia, La Voz de Madrid, Ya, La Hoja del Lunes, o Radio Nacional de España, y como director de La Ilustración de Madrid.
Aguinaga era el socio número 1 de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). La ciudad a la que se dedicó profesionalmente durante toda su vida le ofreció un homenaje el pasado octubre, presidido por el alcalde José Luis Martínez-Almeida, en el Museo de Historia de Madrid.
En aquella ocasión, el periodista decidió donar al Museo los fondos de su biblioteca personal dedicados a Madrid; su archivo de trabajo, con infinidad de recortes de prensa, fotografías, programas, folletos y documentos diversos relacionados con Madrid, y una colección de cartas y dibujos del escritor madrileño Ramón Gómez de la Serna. Tras décadas «al pie del Ayuntamiento», en el que «entré por primera vez en agosto de 1948» y por el que había visto pasar a 14 alcaldes, lo consideraba «más que en acto de generosidad, en acto de restitución de lo debido».
Su etapa como cronista de la Villa se inició en 1954, bajo la Alcaldía de José Finat y Escrivá de Romaní, Conde de Mayalde. Desde entonces, ejerció el cargo con su particularísimo estilo, y así ha continuado hasta ahora, cuando cerca ya de cumplir los cien años, ha fallecido.
Desde estas páginas de El Mundo Financiero, los compañeros periodistas queremos unirnos a los amigos y familia y enviar un sentido pésame por el fallecimiento de esta gran persona, amigo, maestro y compañero que fue Enrique de Aguinaga.