Se esperaba que la inflación general aumentara del 9,4% interanual al 9,8% en julio, lo que supondría un aumento de aproximadamente el 0,4% interanual. Sin embargo, como ha sucedido con las cifras de inflación del Reino Unido en lo que va de año, la cifra principal superó las expectativas y se situó en el 10,1% interanual, el nivel más alto en veinte años. Dado que la inflación no hará más que aumentar de cara al cuarto trimestre, la estimación del IPC del 3er trimestre del Banco de Inglaterra, del 9,9%, establecida hace unas semanas en el Informe de Política Monetaria de agosto, parece ya muy baja, a menos que los precios de los carburantes bajen sustancialmente en el próximo mes. En combinación con la publicación de los sólidos datos de empleo de ayer, se espera que el Banco de Inglaterra lleve a cabo otra subida de tipos de 50 puntos básicos en su reunión de septiembre, a menos que los datos de las ventas minoristas del viernes muestren un drástico deterioro de las perspectivas de los consumidores. Pero, tal eventualidad parece cada vez más improbable tal y como están las cosas.
Dentro de la cesta de la inflación, los alimentos y las bebidas no alcohólicas fueron los que más contribuyeron a la variación mensual del 0,7% de la inflación general, con una lectura de 0,32 puntos porcentuales. Esto se debe, en gran medida, a que el IPC de los alimentos alcanzó el 12,6%, su tasa más alta desde agosto de 2008, ya que el aumento de los precios de los productores y de las importaciones se traslada al consumidor.
Aunque el fuerte aumento de la cifra principal puede atribuirse en gran medida al mayor nivel de inflación de los alimentos, el Comité de Política Monetaria tendrá dificultades para dejar de lado el último informe sobre la inflación, ya que el aumento de los precios siguió siendo generalizado. Sólo dos componentes, la salud y los muebles y artículos para el hogar, contribuyeron negativamente a la variación mensual de la cifra interanual. Por su parte, la inflación subyacente, que pasó del 5,8% al 6,2% interanual, muestra ahora un mayor impulso.
La reacción de los mercados financieros ha sido bastante normal en respuesta a los datos de hoy. Las expectativas de los mercados monetarios sobre la próxima decisión del Banco de Inglaterra aumentaron al margen, mientras que la libra esterlina subió inicialmente. Sin embargo, como hemos argumentado recientemente, una política más agresiva del Banco no es necesariamente favorable para la libra, ya que se produce a expensas de las condiciones de crecimiento futuro. Esperamos que el repunte inicial se desvanezca a lo largo del día por esta razón y estamos a favor de que el GBPUSD vuelva a operar hacia el nivel de 1,20.
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