Para pasar de 7.000 millones de personas a 8.000 millones solo se han necesitado 12 años, y un total de 6.000 millones se han conseguido en sólo 72, ya que en 1950 la población todavía no alcanzaba los 2.000 millones. Ocho países de África y Asia han sido clave para este incremento, así como la India, que roza los 1.400 millones de habitantes.
Un total de 581 especies extinguidas en la Tierra
“Aunque los efectos de nuestras acciones puedan parecer insignificantes, si los multiplicamos por los más de 8.000 millones de habitantes, ponen en peligro la sostenibilidad del planeta”, indica Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación, entidad comprometida con la conservación animal y sus hábitats.
De acuerdo con la Alianza del Milenio para la Humanidad y la Biosfera (MAHB) de la Universidad de Stanford, el crecimiento de la población provocará “un impacto negativo desproporcionado en el medio ambiente” que requiere un cambio en la gestión de recursos para “lograr una vida estable y próspera”.
Este efecto negativo ya se ha dejado ver en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De las más de 138.000 especies evaluadas por la entidad, un total de 581 se han extinguido desde el inicio del siglo XXI y, en la actualidad, más de 41.000 están amenazadas de extinción, pero se teme que sean más.
Casi un 40% menos de especies terrestres para 2050
Según la revista Nature, un 40% de las especies terrestres podrían extinguirse para 2050. La vulnerabilidad que sufren los animales evidencia un adelanto de la sexta extinción masiva, según el vicepresidente de Loro Parque, que lamenta que “con el aumento de la población, empieza la caída del mundo animal y su extinción”.
En la actualidad, la huella humana acaba cada año con 300.000 pequeños cetáceos que se enredan en redes de pesca y su impacto se hace notar especialmente en los hábitats. Los océanos, por ejemplo, cuentan con más de 150 millones de toneladas de plástico que suponen un peligro para la fauna, afectada por la ingesta de este material, indica el Servicio de Estudios del Parlamento Europeo.
El papel fundamental de los centros de conservación
A pesar de este contexto, desde Loro Parque sostienen que el ser humano puede revertir la situación con políticas de preservación y actividades de concienciación. Las asociaciones zoológicas en España y Portugal (AIZA), Europa (EAZA) y a nivel mundial (WAZA) ya han iniciado redes de colaboración para avanzar en la conservación de las especies.
“Los zoológicos son una herramienta fundamental para luchar contra la sexta extinción”, reivindica Almunia. Centros como Loro Parque, con más de 220 proyectos de conservación en todo el mundo y con 12 especies de loro salvadas de la extinción, lideran este camino.
Además de las labores de conservación, la Universidad de California adelanta que “necesitaremos innovación tecnológica y social para ayudar a mantener a la población mundial mientras nos adaptamos y mitigamos los cambios climáticos y medioambientales”.