En marzo, Pekín se había marcado un objetivo de crecimiento del 5,5% para 2022, uno de los más bajos en décadas. Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que China crezca un 3,2% en 2022 y el Banco Mundial un 2,8%. En noviembre las importaciones denominadas en dólares recogieron una caída interanual del 10,6%. Las exportaciones en noviembre habían descendido un -8,7%.
China tiene dos problemas con la vacunación. En primer lugar, los antígenos que utiliza (principalmente, los de Sinopharm y Sinovac, ambos de fabricación propia), son hasta 10-20 puntos menos eficaces que los que se usan en España (Pfizer y Moderna), según Joan Caylà, miembro del grupo de comunicación de la Sociedad Española de Epidemiología. En segundo lugar, la proporción de vacunados es menor entre los mayores de 60 años, uno de los grupos de riesgo.
Cada día circulan más imágenes de hospitales desbordados por la oleada de nuevos pacientes, a lo que hay que sumar la falta de personal porque hay algunos centros donde más de la mitad de su plantilla de sanitarios han contraído el Covid. En muchos hospitales están reclutando a médicos jubilados. Los nuevos contagios diarios podrían llegar a 37 millones de personas.y en los primeros días de este mes el 18% de la población contrajo el Covid, según Bloomberg.
Se han dado instrucciones a los médicos que pospongan las cirugías "innecesarias" que requieren transfusiones por la escasez de suministros que empiezan a tener los bancos de sangre. La ola de contagios mantiene alejados a los donantes mientras que otros dejan de ser elegibles después de dar positivo. El lunes 19 de diciembre siete gobiernos provinciales habían dicho que sus inventarios de sangre estaban a tan solo el 16% de los niveles del año pasado.
En Shanghái, se han cerrado las guarderías. Los colegios están impartiendo las clases online. En Shanghái y en Pekín se han habilitado centros para tratar a los enfermos y así aliviar a los hospitales que se están quedando sin espacio y sin personal para atender a los pacientes más graves.
Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, dijo que China estaba en medio de la primera de las tres oleadas de Covid que se esperan este invierno. A lo largo de la semana, la cifra de nuevas muertes fue ascendiendo sin pasar los dos dígitos. Un dato que choca con los testimonios de los trabajadores de crematorios en varias ciudades chinas, que llevan días reconociendo que están abrumados por el aumento de fallecidos desde que se relajaran los estrictos controles. Las autoridades sanitarias han precisado que solo las muertes causadas por neumonía e insuficiencia respiratoria debido al Covid, se clasifican como defunciones por el virus, pero no las causadas por enfermedades subyacentes de pacientes que fueran positivos.
Desde que el Gobierno chino decidió romper con confinamientos masivos, las farmacias están con problemas de stock porque la gente arrasó con todos los antifebriles que pudo y no se han podido reponer suministros. Ni ibuprofenos. ni aspirinas. ni vitamina C. En las farmacias físicas está todo agotado. La semana pasada, el antiviral Paxlovid, fabricado por Pfizer, se agotó en línea casi de inmediato a casi 400 euros por caja. En las redes sociales, en plataformas como RedBook o Weibo, son muchos los usuarios que están denunciando las desapariciones de las cajas con medicamentos que compran en línea.
Las autoridades han anunciado que esta semana comenzará un racionamiento de medicamentos antipiréticos, limitando las ventas a seis píldoras por cliente. Compañías como Shandong Xinhua Pharmaceutical, el proveedor de la materia prima del ibuprofeno más grande del mundo, y Jiangsu Hengrui, otro gigante farmacéutico, han señalado que están aumentando la producción de ibuprofeno, vitamina C y otros medicamentos.
¿Que estará pensando por ejemplo Apple?, que produce el 90% de sus productos en China. Solo hay que recordar las imágenes de los obreros de uno de sus proveedores, Foxconn, enfrentándose a la policía en la mega fábrica de Zhengzhou en la que trabajan 200.000 empleados. La empresa llevaba un mes confinada y la producción había caido un 30%. Unos 20.000 empleados habían abandonado las instalaciones. Las interrupciones pueden durar meses. ¿Que pensaran los fabricantes de coches eléctricos mundiales cuando seis de los principales fabricantes de baterías eléctricas en el mundo son empresas chinas? El riesgo de no recibir el producto porque los trabajadores contraigan Covid, o que se vuelvan a aplicar restricciones y se cierren fábricas, empresas de transporte, puertos y aeropuertos, es muy grande. Y las multinacionales lo saben, pero redefinir y relocalizar a los miembros de sus cadenas de suministro requiere tiempo y este no sobra.