Las escorts en México
Las escorts online en Quito son un fenómeno cada vez más común y aceptado en la sociedad. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el año 2018 había un total de 78,834 mujeres ejerciendo la prostitución en la capital del país (INEGI, 2018). Estas mujeres son conocidas en la calle como "prepagos", "chicas prepagos", "acompañantes", "escorts", "scorts", "putas" o "prostitutas". Todos estos términos hacen referencia a la misma actividad: prestar servicios sexuales a cambio de dinero.
La pasión por el sexo en las escorts
A pesar de la connotación negativa que tienen estos términos en la sociedad, muchas de las escorts en la Quito afirman que ejercer la prostitución es una forma de vida que eligen libremente y que les apasiona. "Me encanta el sexo y me encanta hacer felices a los hombres", dice María, una escort de 28 años que lleva más de 6 años en el negocio. "Soy una mujer muy sexual y no me avergüenza decirlo. Me gusta probar cosas nuevas en la cama y soy muy abierta a las fantasías de mis clientes".
Otra escort, Ana, de 30 años, afirma que lo que más le gusta de su trabajo es la libertad que tiene para elegir a sus clientes y para decidir cómo y cuándo trabajar. "Soy una mujer independiente y me encanta tener control sobre mi vida y mi cuerpo. No me gusta tener un jefe ni tener que cumplir con horarios rígidos. Me encanta ser mi propia jefa y poder elegir a mis clientes".
Además, muchas escorts en la Quito sostienen que el sexo es una forma de arte y que disfrutan mucho practicándolo. "El sexo es una forma de expresión para mí y me encanta hacerlo de forma creativa y apasionada", dice Laura, una escort de 25 años. "Me gusta complacer a mis clientes y hacer que se sientan bien. Me encanta ver la cara de felicidad en sus rostros cuando les doy placer".
Los peligros del trabajo de escort
Sin embargo, el trabajo de escort en Quito también conlleva peligros y riesgo.
Las dificultades de ser una escort en México
A pesar de que muchas escorts en Quito disfrutan de su trabajo y lo eligen libremente, también enfrentan dificultades y prejuicios en su día a día. Una de las principales dificultades es la falta de reconocimiento legal y laboral de su trabajo. En México, la prostitución es considerada una actividad ilícita y no está regulada por ley, lo que significa que las escorts no tienen acceso a beneficios laborales como seguridad social, vacaciones pagadas o indemnización en caso de despido.
Además, las escorts en la Quito también enfrentan discriminación y estigmas sociales. Muchas veces son víctimas de violencia por parte de sus clientes o de la policía, y tienen dificultades para acceder a servicios básicos como la salud o la educación. "Hay mucha discriminación hacia nosotras y eso nos afecta mucho", dice Patricia, una escort de 32 años. "A veces tenemos miedo de ir al doctor o a la escuela porque no queremos que nos reconozcan como escorts".
La lucha por el reconocimiento y la igualdad
A pesar de estas dificultades, muchas escorts en Quito están luchando por el reconocimiento y la igualdad de sus derechos. Existen organizaciones como la Asociación Nacional de Trabajadoras Sexuales (ANTS) que trabajan para sensibilizar a la sociedad sobre el trabajo de las escorts y promover su derecho a una vida digna y libre de violencia.
"Nosotras somos trabajadoras sexuales y merecemos ser tratadas con respeto y dignidad", afirma Sofía, una miembro de ANTS. "Queremos que nuestro trabajo sea reconocido y regulado por ley, para que tengamos acceso a beneficios laborales y a protección contra la violencia y la discriminación".
La importancia del consentimiento y la seguridad
Para las escorts en Quito, el consentimiento y la seguridad son aspectos fundamentales en su trabajo. Muchas de ellas se protegen mediante el uso de anticonceptivos y preservativos, y también exigen el consentimiento de sus clientes antes de prestar sus servicios sexuales.
"Para mí, el consentimiento es muy importante", dice Valeria, una escort de 27 años. "Si un cliente no está de acuerdo con mis términos o no respeta mis límites.
La importancia de la higiene en el trabajo de escort
Otro aspecto importante en el trabajo de las escorts en Quito es la higiene. Muchas de ellas utilizan productos especiales para mantener su cuerpo limpio y fresco, y también llevan consigo un kit de emergencia con anticonceptivos, lubricantes y desinfectantes.
"La higiene es fundamental en mi trabajo", dice Lucía, una escort de 29 años. "Me cuido mucho y me aseguro de estar siempre limpia y fresca para mis clientes. También me aseguro de tener todo lo que necesito para protegerme y protegerlos".
La importancia del marketing en el trabajo de escort
Para muchas escorts en Quito, el marketing es un aspecto crucial en su trabajo. Muchas de ellas utilizan internet y las redes sociales para publicitar sus servicios y atraer clientes. También utilizan fotografías y videos atractivos para llamar la atención de sus clientes potenciales.
"El marketing es muy importante para mí", dice Diana, una escort de 26 años. "Tengo una página web y un perfil en una plataforma de escorts donde publicito mis servicios y mis fotos. También utilizo Instagram y Twitter para mostrarme y atraer clientes".
La importancia de la confianza y la discreción en el trabajo de escort
Para las escorts en Quito, la confianza y la discreción son aspectos fundamentales en su trabajo. Muchas de ellas establecen reglas claras con sus clientes para proteger su identidad y su privacidad, y también exigen que sus clientes respeten sus límites y su voluntad.
"La confianza y la discreción son muy importantes en mi trabajo", dice Karina, una escort de 31 años. "Mis clientes saben que pueden confiar en mí y que les trataré con respeto y discreción. También exijo que ellos hagan lo mismo conmigo".
Las escorts en Quito: una pasión por el sexo
En conclusión, las escorts en Quito son un fenómeno cada vez más común y aceptado en la sociedad. Muchas de ellas eligen libremente este trabajo y lo disfrutan plenamente, sintiéndose apasionadas por el sexo y la libertad que les ofrece. Sin embargo, enfrentan dificultades y prejuicios en su día a día, y luchan por el reconocimiento y la igualdad de sus derechos.