¿Podemos imaginar por un instante el sufrimiento de tantas familias rotas, desesperadas, hundidas en su dolor ante este panorama todavía en 2023? Tiros en la nuca, coches-bomba, secuestros, campañas de extorsión, persecución de las personas que alzaban las manos blancas… una auténtica pesadilla con culpables que no han sido apartados y apresados por serlo. ¿Tanto nos ha afectado como sociedad la desmemoria o el blanqueamiento institucional de estas miserables ratas que tanto daño nos hicieron como país? ¿Hemos perdido ya nuestra capacidad de reflexionar no sobre cómo se ha tratado en el pasado a las víctimas del terrorismo sino sobre cómo se las trata hoy desde las gradas del Estado de Derecho y los fondos (norte y sur) ocupados por los partidos políticos?
Es por ello que sorprende (o no) la prisa o los intereses que pueden abrigar algunos por pasar (dejando trabajo democrático por hacer) la página del terror). Y es por ello que quizá merece una explicación el que se ha filtrado como “compromiso” que Feijoo habría adquirido con Semper antes de reclutarle para hacer campaña: el nuevo portavoz ha convencido a la dirección nacional del PP de que “se tiene que dejar de hablar de ETA”.
Produce verdadero pasmo y tristeza incontenible que quien ha sido nominado precisamente para llevar el mensaje público del partido político que más ha combatido a una organización de asesinos y más ha sufrido en sus carnes los zarpazos de esa organización de asesinos pida un manto de silencio sobre las matanzas y crímenes selectivos que aún la Justicia persigue por ser perpetrados por esa banda de asesinos.
Incluso asumiendo la descacharrada tesis de que el Estado de Derecho ha derrotado a ETA: ¿cómo le contamos a los familiares que piden memoria, dignidad y justicia que se pretende ahora la impunidad (también la del relato) para estos malhechores? ¿pueden los políticos que tan inhumanamente se muestran, en su vileza y su enanismo, mirar a los ojos a una viuda o a un huérfano y decírselo sin que se les caiga la cara de vergüenza, en caso de que todavía les quede un gramo?
Al nazismo también le derrotaron las democracias europeas y la gran democracia americana. A los criminales que tanto daño hicieron a la Humanidad también se les procesó y se les juzgó. Pero qué deplorable y cuanta canallería podría entrañar ver y escuchar hoy a un ciudadano europeo (judío o no) pedir que se pasase la página de aquel terror de esvástica y antorchas y cámaras de gas, y que se guardase silencio sobre el mismo… buscando no se sabe qué: si son votos, mal; y si es otra cosa, peor.