Cómo afrontar picos de gasto sin dañar nuestra economía

Por ello, Manuel Alonso, director comercial y consejero de OVB España nos invita a preguntarnos si realmente lo necesitamos. Si la respuesta es sí, no hay que dudarlo, “puedes financiarte a corto plazo y solventar esa necesidad puntual. Lo que tienes que evitar a toda costa es que la cuota de los micropréstamos o microfinanciación no se te acabe juntando con un nuevo mes de necesidades. Intenta evitar caer en la pescadilla que se muerde la cola, de pedir un préstamo para pagar otro”.

Para poder afrontar la situación, se presentan ante nosotros diferentes opciones al alcance de nuestra mano:

Por un lado, tenemos las tarjetas de débito, que nos permiten con la modalidad de pago aplazado pagar en 3, 6, 12 o hasta 18 meses, lo cual nos puede ayudar a afrontar ese gasto inesperado sin resentir nuestra economía mensual. Depende de la entidad en la que tengas tu cuenta esta opción podría ser gravada con intereses o no.

Muchos bancos ofrecen también la opción de “adelanto de nómina”, que igual que en el ejemplo anterior dependiendo de cada entidad nos ofrecerá unas condiciones u otras en relación a los intereses que pagar por el adelanto de efectivo.

La tercera alternativa está en las tarjetas de crédito, opción en la que la entidad pone a nuestra disposición una cuantía de dinero, que se puede devolver a final de mes o a principios, en una única cuota, normalmente sin intereses, o pagando un porcentaje de la deuda o una cuota fija mes a mes, hasta que devuelvas con intereses todo lo que te han adelantado.

A la hora de afrontar el endeudamiento es imprescindible hacer un cálculo del dinero del que podrás prescindir mes a mes para atender este préstamo, “nunca te endeudes por encima de lo que seas capaz de asumir. El pago de la deuda nunca debería superar tu capacidad de ahorro”, recuerda Alonso.

Si seguimos a rajatabla esta regla podremos afrontar sin problemas los imprevistos que se nos presenten.

Y si realmente no lo necesitas, es un sueño o capricho, planifícalo, puedes ahorrarlo de cara al futuro, de forma que tu economía doméstica no se resienta.