Son numerosos los estudios que analizan esta situación desde distintas perspectivas, su influencia en la sociedad y de manera más concreta, en la vida de las personas.
La ONU realizó un Informe en marzo de 2021, donde habla de cómo el edadismo “se filtra en muchas instituciones y sectores de la sociedad, incluidos los que brindan atención sanitaria y social, así como en el lugar de trabajo, los medios de comunicación y el ordenamiento jurídico”. Atacar el edadismo, según lo que propone este informe pasa por un cambio de actitudes en la escuela, aplicando políticas y leyes que lo reduzcan, trabajar desde la prevención y la educación, fomentando comportamientos empáticos y sin prejuicios hacia las personas de cierta edad.
En nuestro país, el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), junto con la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX) han creado la “Guía para la Promoción del Buen Trato y la Prevención del Edadismo en Personas Mayores”.
Una iniciativa pionera que quiere divulgar y visualizar una problemática que influye en distintas facetas de estas personas: salud, entornos laborales, medios de comunicación, instituciones, prácticas cotidianas, economía, etc., ayudando a reconocer este tipo de situaciones evitando que pasen desapercibidas en este colectivo tan vulnerable y que sirva de ayuda para que su vida sea un poco más fácil.
Pero quizá el entorno en el que más se escucha esta palabra, es el laboral.
El programa de TVE “Comando Actualidad” ya se hizo eco de este problema el pasado 11 de enero 2023, donde mostraba una realidad edadista y por desgracia, muy habitual.
Personas que han perdido su empleo a partir de los 45 y que a pesar de tener formación, estar preparadas y con una valiosa trayectoria profesional, sufren edadismo laboral que les lleva a tener una calidad de vida precaria, con importantes limitaciones económicas y situándoles en una posición en la que nunca imaginaron que podían encontrarse. Su futuro profesional es demasiado dudoso y pensar en la jubilación, es un panorama aun más incierto.
Encontrar oportunidades laborales a partir de cierta edad a veces puede ser “Misión Imposible”. Los famosos “algoritmos” de los portales de empleo, parecen descartar automáticamente a los candidatos en cuanto aparece en escena la fecha de nacimiento, lo que se observa cuando:
- Los CV son rechazados de manera inmediata al ser enviados.
- Existe un menor interés en conocer presencialmente a personas de más edad, por lo que mayoritariamente, se convoca para entrevistas a personas más jóvenes.
- Ofertas laborales que indican franjas de edades concretas de los candidatos como requisito a cumplir o comentarios como “Ambiente joven y dinámico” que ya provocan la retirada de personas válidas para el puesto al no ser tan jóvenes.
Las personas en esta situación encuentran trabajos precarios, muchas veces en modo de colaboración, sin regulación ninguna y otras empujados al emprendimiento, buscando el negocio propio aunque no sea su deseo principal, sino una forma de paliar la falta de trabajo, que muchas veces, resulta más asfixiante que salvadora.
En la misma línea, se han incrementado los grupos y asociaciones que a través de las redes sociales, como por ejemplo Linkedin, ponen su granito de arena en denunciar actitudes discriminatorias y pedir a las entidades políticas y sociales, su inmediata puesta en acción para reducirlas, cambiando el panorama profesional de las personas de más edad. Grupos como “+45 Activos, Somos personas +50, Humanos en búsqueda de trabajo” entre otros.
El Departamento de Empleo y Trabajo del Gobierno Vasco junto a la Fundación ISEAK en 2022, llevaron a cabo un experimento titulado “¿Demasiado mayor para trabajar?”, donde evidencia el edadismo en el mercado laboral español
Se enviaron 1600 CV ficticios en vacantes de empleo reales en Euskadi, Barcelona y Madrid y los resultados obtenidos indicaron que las personas de más edad tienen una probabilidad 50% menor de recibir una llamada de las empresas que personas más jóvenes, les cuesta el doble de envíos de CV para intentar conseguir una entrevista, además de ser notoria la existencia de un menor interés en adquirir información acerca de candidatos de mayor edad, por lo que se revisan y se abren menos currículos, por lo que la tasa de contacto es mucho más reducida.
El informe, aporta también soluciones como la necesidad de instaurar políticas públicas que fomenten tanto la oferta como la demanda laboral de trabajadores de más edad en las empresas, con un marco normativo que condene y sancione las prácticas discriminatorias, a la vez que debieran proporcionarse los beneficios necesarios y la protección suficiente a las empresas para reducir y evitar estas situaciones.
Estamos ante un problema urgente en el que es necesario actuar de inmediato.
No sirven frases vacías que quedan muy bonitas en el ideario de las empresas si luego la realidad es otra.
No es suficiente solo valorar el talento senior y reconocer su valía, además es necesario contratarlo, porque los datos siguen siendo otros.
El edadismo no cesa y sigue siendo tan real como la vida misma.