Desde la década de los años cincuenta, todos los reyes de Arabia Saudí han provenido de ese linaje, y muchos de esos hijos han tenido a su vez docenas de vástagos. El príncipe heredero Salmán está llamado a ser el primer rey del país de la tercera generación. Por esa razón, una de las primeras decisiones que tomó fue contratar empresas demoscópicas internacionales para saber qué pensaba la gente de Arabia Saudí, centrándose sobre todo en lo malo. Los resultados fueron los esperados: una sociedad cerrada y cuna de terroristas, sin cines ni entretenimiento, con derechos escasísimos para las mujeres y otras opiniones de sobra conocidas. Mohamed creó un equipo para abordar cada tema con un plan de acción y quería un país poderoso en el plano internacional, con una economía fuerte que ya no dependiera del petróleo. El proyecto se denominó “Visión 2030”, un plan que entrelazaba cambios pragmáticos, como el recorte de los subsidios y la aprobación de nuevos impuestos, y el desarrollo de proyectos tecnológicos, de digitalización y nuevas tecnologías.
Un aspecto interesante es ver cómo Arabia Saudí configuró un plan estratégico para abanderar la revolución tecnológica mundial, como una forma de atraer empresas innovadoras y obtener beneficios para financiar la transición hacia una economía no dependiente del petróleo. También se describen otros hechos, como el tremendo asesinado de Kamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul, o lo ocurrido en el hotel Ritz-Carlton de Riad, donde una reunión de familia se convirtió en una trampa para depurar posibles oponentes. La obra está dividida en veinte capítulos, cuenta con un miniárbol genealógico de la dinastía de los Saúd, un listado con los personajes más relevantes y un álbum fotográfico. Uno de los capítulos más interesantes es el titulado como "Tormenta decisiva" y narra cómo, tras la salida a bolsa de Aramco, se toma la decisión de incrementar la oferta y anegar el mercado del petróleo, cuyo efecto fue una caída de precios del 20%, hasta llegar al nivel más bajo en décadas. Era un mensaje de Arabia Saudí dirigido a Estados Unidos, Emiratos y Rusia.
Bradley Hope es el coautor del best seller "Billion Dollar Whale" y cubre las noticias sobre finanzas para The Wall Street Journal. Anteriormente, trabajó seis años como corresponsal en Oriente Medio. Es finalista del Premio Pulitzer y ganador del Premio Gerald Loeb. Justin Scheck trabaja en The Wall Street Journal desde 2007, cubriendo los delitos de cuello blanco en cuatro continentes.
Ficha técnica:
Sangre y petróleo
Bradley Hope y Justin Scheck
Editorial Península
445 páginas