Tu perfil de riesgo depende de varios factores, como tu edad, tu situación financiera, tus objetivos, tu horizonte de inversión, tu conocimiento del mercado, tu personalidad, etc.
Existen tres perfiles de riesgo básicos: conservador, moderado y agresivo. Cada uno de ellos tiene sus propias características, ventajas y desventajas, que debes conocer y asumir antes de invertir.
¿Qué son los perfiles de riesgo al invertir?
Los perfiles de riesgo al invertir son las categorías que clasifican a los inversionistas según su tolerancia al riesgo, es decir, el grado de aversión o de preferencia que tienen por el riesgo.
Se pueden medir mediante cuestionarios, tests o escalas, que evalúan los aspectos que influyen en la actitud frente al riesgo de cada inversionista.
Los perfiles son una herramienta útil para elegir el tipo y la categoría de inversión que más se adapte a las necesidades, preferencias y expectativas de cada inversionista.
Así, se puede optimizar el rendimiento y minimizar el riesgo de la inversión, de acuerdo con el objetivo, el plazo y el nivel de confort de cada inversionista.
Los perfiles de riesgo al invertir no son estáticos, sino que pueden cambiar con el tiempo, según las circunstancias personales, profesionales y financieras de cada inversionista.
¿Cómo identificar tu perfil de riesgo al invertir?
Para identificar tu perfil de riesgo, debes responder a una serie de preguntas que te ayudarán a evaluar tu capacidad y tu disposición para asumir riesgos.
Algunas de estas preguntas son las siguientes:
- ¿Cuál es tu edad y tu situación familiar?
- ¿Cuál es tu nivel de ingresos y de gastos?
- ¿Cuánto dinero tienes ahorrado y cuánto puedes destinar a la inversión?
- ¿Cuál es tu nivel de endeudamiento y de solvencia?
- ¿Cuál es tu objetivo de inversión y tu horizonte de inversión?
- ¿Qué nivel de rentabilidad esperas obtener de tu inversión?
- ¿Qué nivel de pérdida estás dispuesto a asumir en tu inversión?
- ¿Qué nivel de conocimiento y de experiencia tienes del mercado financiero?
- ¿Qué tipo de inversiones te resultan más atractivas y por qué?
- ¿Qué tipo de inversiones te resultan más desagradables y por qué?
- ¿Cómo reaccionas ante las fluctuaciones del mercado y las noticias económicas?
- ¿Qué grado de implicación y de seguimiento quieres tener en tu inversión?
Según las respuestas que des a estas preguntas, podrás identificar tu perfil de riesgo al invertir, que puede ser conservador, moderado o agresivo.
A continuación, te explicaremos las características, las ventajas y las desventajas de cada uno de estos perfiles.
¿Cuál es el perfil de riesgo conservador?
El perfil de riesgo conservador es el que tiene el inversionista que prioriza la seguridad y la estabilidad de su inversión, por encima de la rentabilidad. El inversionista conservador tiene una baja tolerancia al riesgo, y prefiere evitar o minimizar las posibles pérdidas que pueda sufrir su inversión.
Suele tener las siguientes características:
- Tiene una situación financiera ajustada o depende de sus ahorros para vivir.
- Tiene un objetivo de inversión de preservar o incrementar ligeramente su patrimonio.
- Tiene un horizonte de inversión a corto o mediano plazo.
- Tiene un nivel de rentabilidad esperado bajo o moderado.
- Tiene un nivel de conocimiento y de experiencia del mercado financiero limitado o básico.
- Tiene un grado de implicación y de seguimiento de su inversión bajo o medio.
Las ventajas de tener un perfil de riesgo conservador son las siguientes:
- Se protege el capital invertido y se evitan las pérdidas significativas.
- Se obtiene una rentabilidad constante y predecible, sin grandes fluctuaciones.
- Se dispone de una alta liquidez, es decir, la facilidad de convertir la inversión en dinero.
- Se reduce el estrés y la ansiedad que puede generar el riesgo.
Las desventajas de tener un perfil de riesgo conservador son las siguientes:
- Se obtiene una rentabilidad inferior a la que ofrecen otras inversiones más arriesgadas.
- Se pierde poder adquisitivo, si la rentabilidad es menor que la inflación.
- Se limitan las opciones de inversión, al descartar las que implican mayor riesgo.
- Se pierden oportunidades de crecimiento, al no aprovechar el potencial de los mercados.
¿Cuál es el perfil de riesgo moderado?
El perfil de riesgo moderado es el que tiene el inversionista que busca un equilibrio entre la seguridad y la rentabilidad de su inversión. El inversionista moderado tiene una tolerancia al riesgo media, y está dispuesto a asumir cierto nivel de riesgo, siempre que le ofrezca una rentabilidad superior.
Suele tener las siguientes características:
- Tiene una situación financiera estable o con capacidad de ahorro.
- Tiene un objetivo de inversión de incrementar su patrimonio y diversificarlo.
- Tiene un horizonte de inversión a mediano o largo plazo.
- Tiene un nivel de rentabilidad esperado moderado o alto.
- Tiene un nivel de conocimiento y de experiencia del mercado financiero medio o avanzado.
- Tiene un grado de implicación y de seguimiento de su inversión medio o alto.
Las ventajas de tener un perfil de riesgo moderado son las siguientes:
Se obtiene una rentabilidad superior a la que ofrecen las inversiones más seguras.
- Se aprovecha el potencial de crecimiento de los mercados financieros, diversificando la inversión en diferentes activos y sectores.
- Se mantiene una cierta estabilidad y seguridad en la inversión, sin asumir riesgos excesivos o innecesarios.
- Se adapta a los cambios del mercado y a las oportunidades que surjan, ajustando la estrategia de inversión según las circunstancias.
Las desventajas de tener un perfil de riesgo moderado son las siguientes:
- Se asume un nivel de riesgo mayor al que se asume con las inversiones más seguras, lo que puede generar pérdidas parciales o temporales en la inversión.
- Se requiere un mayor conocimiento y experiencia del mercado financiero, así como un mayor seguimiento y control de la inversión.
- Se puede caer en la indecisión o la incoherencia, al no tener un criterio claro o definido sobre el nivel de riesgo que se quiere asumir.
¿Cuál es el perfil de riesgo agresivo?
El perfil de riesgo agresivo es el que tiene el inversionista que prioriza la rentabilidad y el crecimiento de su inversión, por encima de la seguridad y la estabilidad. El inversionista agresivo tiene una alta tolerancia al riesgo, y prefiere asumir o buscar los riesgos que le ofrezcan una rentabilidad superior.
Suele tener las siguientes características:
- Tiene una situación financiera holgada o con capacidad de endeudamiento.
- Tiene un objetivo de inversión de multiplicar su patrimonio y maximizar su rentabilidad.
- Tiene un horizonte de inversión a largo plazo.
- Tiene un nivel de rentabilidad esperado alto o muy alto.
- Tiene un nivel de conocimiento y de experiencia del mercado financiero avanzado o experto.
- Tiene un grado de implicación y de seguimiento de su inversión alto o muy alto.
Las ventajas de tener un perfil de riesgo agresivo son las siguientes:
- Se obtiene una rentabilidad muy superior a la que ofrecen las inversiones más seguras o moderadas.
- Se aprovecha al máximo el potencial de crecimiento de los mercados financieros, invirtiendo en los activos y sectores más rentables y dinámicos.
- Se asume el riesgo como una oportunidad y un reto, y se disfruta de la emoción y la adrenalina que genera el riesgo.
Las desventajas de tener un perfil de riesgo agresivo son las siguientes:
- Se asume un nivel de riesgo muy alto, que puede generar pérdidas totales o permanentes en la inversión.
- Se sufre una alta volatilidad y una baja liquidez en la inversión, lo que puede dificultar la disponibilidad y el acceso al dinero.
- Se requiere un alto conocimiento y experiencia del mercado financiero, así como un alto seguimiento y control de la inversión.
- Se puede caer en la imprudencia o la especulación, al no tener un criterio claro o definido sobre el nivel de riesgo que se quiere asumir.
Ahora que conoces los perfiles ¿ya sabes a cuál perteneces?