QazaqGas, la empresa nacional de gas, y el holding UCC de Qatar firmaron acuerdos clave durante la visita del presidente Kassym-Jomart Tokayev a Qatar. Entre estos proyectos se encuentran dos plantas de procesamiento de gas con capacidades de mil y 2.500 millones de metros cúbicos anuales para mejorar la utilización del gas crudo, una nueva estación compresora, el gasoducto Aktobe-Kostanai y la segunda línea del gasoducto Beineu-Bozoi-Shymkent.
“En este contexto, la promoción proactiva de las inversiones por parte de los ministerios competentes y los organismos de promoción de las inversiones (OPI) se vuelve cada vez más crucial, en particular en los sectores que contribuyen al desarrollo sostenible. En el caso de los nuevos destinos de inversión, el éxito depende no solo de la creación del entorno normativo adecuado, sino también de ofrecer a los inversores un conjunto integral de servicios de apoyo y seguimiento posterior”, se lee en el informe.
Otros países con tendencias de inversión sólidas son Uzbekistán (4.000 millones de dólares), la República Kirguisa (2.100 millones de dólares), Azerbaiyán (1.200 millones de dólares), Turkmenistán (339 millones de dólares), Georgia (126 millones de dólares) y Armenia (67 millones de dólares).
La inversión saliente de la subregión disminuyó en 2024, tras una recuperación en 2023. El informe indica que las salidas totales cayeron un 58% hasta los 2.300 millones de dólares. Rusia representa el 90% de esta cantidad, o 2.100 millones de dólares. De esa cantidad, los inversores rusos destinaron 847 millones de dólares a los sectores del carbón, el petróleo y el gas de la India y Bielorrusia.
La IED en la región de Asia-Pacífico alcanzó los 292.000 millones de dólares entre enero y septiembre de este año, una disminución de 14.000 millones de dólares en comparación con los 339.000 millones de dólares del mismo período en 2023. Los principales receptores fueron India (76.000 millones de dólares), Australia (38.000 millones de dólares), China (28.000 millones de dólares) y Japón (25.000 millones de dólares), países que anunciaron inversiones.
“El panorama de la inversión extranjera directa (IED) en Asia-Pacífico sigue evolucionando rápidamente en medio de incertidumbres económicas globales, cambios geopolíticos y transformaciones tecnológicas. Si bien en 2024 se ha observado cierta moderación en los flujos de inversión tras los anuncios récord de 2023, la región ha demostrado una notable resiliencia y ha mantenido su posición como destino principal para el capital internacional”, afirma el informe.
Los inversores se están adaptando a una “nueva normalidad” impulsada por cambios duraderos en los mercados y la política mundiales. Entre los factores clave se incluyen la aceleración de las inversiones en la economía digital tras la COVID-19, un mayor énfasis en la seguridad energética, la reestructuración de la cadena de suministro en medio de tensiones geopolíticas y la incorporación de políticas industriales.
Los expertos destacan dos tendencias clave en materia de inversión: una evaluación más cautelosa de las nuevas oportunidades en comparación con el aumento inicial de las inversiones reactivas y una desaceleración natural del ritmo de inversión a medida que los proyectos de 2023 pasan a la fase de ejecución, con las partes interesadas corporativas vigilando de cerca los resultados y el impacto.
Según el informe, la mayor parte de la IED entrante en la región de Asia y el Pacífico se destinó al sector de servicios, que representó entre el 40 y el 50% del total. La participación de los sectores de extracción y manufactura ha fluctuado.
En septiembre, el sector manufacturero representaba el 41% de la IED total en Asia y el Pacífico, mientras que el sector de servicios representaba el 55%. La participación del sector primario cayó al 4% en los primeros tres trimestres de 2024, frente al 9% en el mismo período de 2023.
“Dentro del sector manufacturero, los principales sectores objetivo en los primeros tres trimestres de 2024 fueron los sectores de semiconductores, componentes electrónicos y metales, que atrajeron 28.200 millones de dólares, 19.000 millones de dólares y 12.500 millones de dólares”, se lee en el informe.
Aunque los metales siguieron siendo el principal sector manufacturero en 2023, las inversiones en los primeros tres trimestres de 2024 disminuyeron un 61% en comparación con el mismo período de 2023. El informe indica que esta disminución se debe a la lenta demanda mundial de acero, la caída de los precios del acero, el aumento de las exportaciones chinas de acero a menores costos y la reducción del consumo interno.
(Traduccción y adaptación de José Luis Barceló sobre un texto de Assel Satubaldina, de "The Astana Times")
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