Esta es una nueva forma de construir viviendas que se ha vuelto tendencia. El diseño modular se está consolidando como una opción viable para quienes desean construir su hogar pero enfrentan limitaciones presupuestarias. Este enfoque, que ha ganado terreno en los últimos años, ofrece una forma más rápida y económica de edificar viviendas, manteniendo altos estándares de funcionalidad y calidad.
El diseño modular optimiza recursos
El diseño modular consiste en dividir un proyecto arquitectónico en módulos o secciones prefabricadas que se ensamblan en el lugar de construcción. Estos módulos pueden ser de diferentes tamaños y configuraciones, actuando como piezas de un rompecabezas que permiten gran flexibilidad en el diseño y rapidez en la ejecución de la obra.
Básicamente el diseño modular optimiza recursos, reduce tiempos y maximiza la eficiencia en la construcción. Es una tendencia, que ha cobrado especial relevancia en las últimas décadas y tiene sus raíces en una combinación de factores históricos, tecnológicos y sociales.
Históricamente, el uso de componentes prefabricados como bloques de piedra o ladrillos se remonta a la antigüedad, pero fue la Revolución Industrial la que permitió la producción en masa de elementos constructivos, abriendo camino a la construcción modular a gran escala. Tras las guerras mundiales, la necesidad de reconstruir rápidamente impulsó el desarrollo de sistemas modulares para agilizar la reconstrucción de ciudades.
Entre los factores clave que han favorecido su expansión se encuentran la optimización de recursos debido a la escasez de materiales, la demanda de soluciones constructivas rápidas, y la flexibilidad para adaptarse a las cambiantes necesidades habitacionales. Los avances en fabricación, materiales y logística han sido esenciales para perfeccionar la producción en serie de módulos con alta precisión y calidad, consolidando al diseño modular como una alternativa eficiente y económica en la construcción moderna.
Reduce el tiempo de construcción
El diseño modular ofrece una serie de ventajas significativas frente a los métodos tradicionales de construcción, tanto para los fabricantes de viviendas, oficinas y locales, como para los usuarios finales.
Uno de los principales beneficios es la rapidez en la construcción, ya que gran parte de la obra se realiza en fábrica, lo que reduce drásticamente los tiempos de ejecución y permite una entrega más rápida del proyecto. La flexibilidad es otro factor clave: los módulos pueden combinarse y configurarse para adaptarse a diferentes necesidades y terrenos, lo que otorga una gran versatilidad al diseño.
En términos de sostenibilidad, el diseño modular minimiza los residuos generados durante la obra, gracias a la fabricación en serie y el uso de materiales reciclados y de bajo impacto ambiental. Además, los módulos se fabrican en condiciones controladas, lo que asegura una mayor calidad y precisión en los acabados. Por último, si bien la inversión inicial puede ser superior, el diseño modular resulta más rentable a largo plazo gracias a su durabilidad, eficiencia y menores costos asociados al transporte y a imprevistos en la obra.
Se necesita asesoría especializada
Construir una vivienda modular requiere una planificación detallada y conocimientos específicos para asegurar que el proyecto cumpla con las expectativas y necesidades del propietario. Contar con el respaldo de una empresa especializada que ofrece casas prefabricadas llave en mano como Esteller Arquitectura, garantiza la calidad deseada. Entre los modelos disponibles, destaca la Casa O, una vivienda modular de 200 m2 que se entrega en un año, además de un diseño en L de 145 m2 que se construye en 10 meses. Este tipo de proyectos refleja el potencial del diseño modular como una opción eficiente y sostenible para la construcción de viviendas. Con una creciente demanda, las soluciones modulares continúan ganando relevancia en el mercado de la arquitectura contemporánea.