En el medio plazo, a decir verdad, está por ver si las energías alternativas a las fósiles, que en este caso redundan en la electricidad, van a poder servir con un mínimo de eficacia, a que puedan sustituir a la energía que es utilizada, en la actualidad, proviniente de los combustibles fósiles, por razones obvias como infraestructura, acumulación etc.
Bueno, en este caso del diésel en concreto, parece que está subida en la carga impositiva, a lo único que puede deberse es lógicamente a un interés de lograr una mayor recaudación tributaria. Además en un momento en el que los ingresos tributarios, en España, alcanzan unos niveles históricamente altos, y que su aumento sigue elevándose.
Hay que decir, y es bien sabido que esto va a tener unas consecuencias en relación con la inflación que de manera indefectible, va a redundar en una subida de precios derivado de ello. Porque esa subida del precio del combustible que es utilizado prácticamente por el cien por cien en el transporte por camiones, furgonetas va a ser repercutido indudablemente al precio final del servicio. Lo cual también cabe señalar que además va a hacer que a través del impuesto sobre el valor añadido las arcas del Estado van a ingresar más, como se viene comprobando concretamente en este impuesto.
Dicho esto, obviamente, esta inflación derivada de la subida del precio del diésel, va a ocasionar, sin lugar a duda, que la ciudadanía tenga aún más dificultades para llegar a fin de mes.
Esto que es bien sabido, tendría el Gobierno entonces que explicar cual es el verdadero motivo de esta subida del diesel. Pues se puede llegar a formarse una opinion de que en realidad sólo se trata de una razón de conseguir una mayor recaudación tributaria, para lograr alcanzar los criterios que viene obligando el Gobierno de Europa. E ir saldando sus déficits actuales. Pues hay que recordar, por poner un simple ejemplo, el de la elevación del aporte en materia militar que han acordado. Pues sinceramente es incomprensible que en estos momentos se provoque una erosión de la capacidad financiera de la ciudadanía.
Y es muy posible además, que aboque a que el ingreso tributario en España, sea finalmente menor, como consecuencia al parón de la demanda interna que indudablemente va a ocasionar esta disminución del poder adquisitivo de la ciudadanía. Por lo que se puede llegar a decir, sin ningún temor a equivocarse con rotundidad que esta subida tributaria es un craso error.