Taiwán hace un llamamiento a la comunidad internacional para oponerse a la repetida distorsión por parte de China sobre la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU y a sus intentos de alterar el statu quo en el que ninguna de las partes está subordinada a la otra. Instamos a las naciones de todo el mundo a condenar conjuntamente a China por recurrir una vez más a la provocación flagrante y a la alteración del statu quo. Reiteramos que Taiwán es un país independiente y soberano, nunca ha sido parte de la República Popular de China. Ni la Taiwán democrática ni la China autoritaria están subordinadas la una a la otra es el statu quo a través del Estrecho de Taiwán, un hecho objetivo y reconocido internacionalmente desde hace mucho tiempo. Solo el gobierno democráticamente elegido en Taiwán tiene el derecho de representar a sus 23,5 millones de habitantes en el sistema de la ONU y en la escena internacional. La República Popular China no tiene derecho a interferir.