No obstante, el consumo real de un vehículo tiene mucho que ver con la forma de conducir de cada persona. Por tanto, en la práctica, este consumo puede verse afectado por los hábitos del conductor y por otros factores externos como, por ejemplo, la climatología. Para reducir el gasto de combustible, ya sea diesel o gasolina, hay que tener en cuenta la carga que es transportada, las marchas que se utilizan, la regulación correcta del aire acondicionado y ventanillas, así como el hecho de comprobar la presión de los neumáticos y el desgaste de los mismos con frecuencia. Por último, nos gustaría dar una serie de consejos de cara a los próximos desplazamientos estivales:
- Circula a una velocidad moderada y constante. Conducir a velocidades elevadas aumenta considerablemente el consumo de combustible.
- Apaga el motor cuando vayas a estar parado más de un minuto, utiliza marchas largas, evita acelerones y frenazos.
- A pesar de algunas opiniones afirmativas al respecto, no es necesario calentar el motor minutos antes de empezar a circular.