No importa si eres empleado de una organización o trabajas en ejercicio libre de la profesión, tú puedes convertirte en empresario si te lo propones y además tomas en cuenta las siguientes recomendaciones:
-Encuentra tu talento: para pasar a ser un empresario, no tienes que saber específicamente cuál va a ser tu negocio, primero debes empezar a comportarte como tal, prestando atención a las oportunidades que se te presentan ya que una de esas podría ser la que te cambie la vida.
Debe ser algo que te guste, que te inspire, para lo que seas bueno y ya tengas conocimientos previos. De esta manera tendrás tiempo para aprender sobre otros elementos que vienen con el negocio, en vez de tener que ocupar tu energía en lo básico. Evalúate, busca dentro de ti aquello que te gusta, ya sea el arte, la cocina, los automóviles, la decoración, las fiestas, el cabello, la ropa, en fin, las posibilidades son infinitas.
-Usa tu creatividad: ahora que ya sabes cuál es el talento que te gustaría explotar, busca la manera en la cual podrías monetizarlo. Es importante que esta idea no te incluya solo a ti. Recuerda que una de las cualidades más atractivas de la categoría de empresarios es que no dependen solo de sus fuerzas para ganar dinero.
-Pierde el miedo a arriesgarte: ser empresario significa adquirir nuevas responsabilidades. A algunas personas esto puede infundirles un poco de temor porque se trata de algo nuevo, pero que sea nuevo no significa que sea malo. Además, los riesgos traen consigo recompensas que no obtendrías de otro modo.
Por supuesto, me refiero al riesgo de salir de tu zona de confort y explorar otras cosas que existen más allá de lo que conoces. Con respecto a los riesgos empresariales y financieros, lo mejor es asesorarse e investigar bien para no perder dinero debido a la ingenuidad y a la falta de experiencia. Tomar riesgos no es antónimo de decidir inteligentemente.
-Aprende a trabajar en equipo: una de las cosas más importantes que saben los empresarios es el valor de un buen equipo. Un equipo homogéneo en sus objetivos (pero heterogéneo en talentos, capacidades y funciones) puede hacer mucho más que un individuo. En este caso tú como empresario deberás ser el líder de ese equipo y es tu responsabilidad hacer que marche bien.
Para que eso ocurra debes conocer las habilidades de cada miembro, sus debilidades, preocuparse por sus necesidades y satisfacerlas, saber que debes brindarles estabilidad y un salario que va más allá del dinero, así como también delegar tareas para que tú no te sobrecargues de trabajo y que ellos sean útiles. Un empresario no trabaja solo.
Todo eso lo debes saber para poder cambiar de categoría y ser un empresario. De hecho, las puedes ir aprendiendo antes de hacer el cambio para que estés más preparado para ese momento y tus probabilidades de tener éxito sean mayores.
Una vez ya hayas tomado la decisión y tengas una idea clara en mente, el siguiente paso según Gananci es armar un buen plan de negocios. Este paso es un muy importante para lograr que a tu empresa la vaya bien o caiga en la fatídica estadística de los miles de emprendimientos que fracasan durante su primer año.