Los trabajos de cerrajería, sin ir más lejos, son algunos de los más frecuentes que se pueden producir en una casa. Tanto si hemos perdido las llaves como si han tratado de forzar la puerta de la vivienda, habrá que cambiar la cerradura. Ante esto, ¿qué nos dice el seguro?, ¿ofrecerá cobertura para este tipo de trabajos?
Este es un aspecto importante y que a veces ponemos en duda al contratar los servicios de un cerrajero. Sin embargo, la respuesta es clara: siempre que lo tengamos acordado en la póliza del seguro del hogar, la compañía aseguradora podrá encargarse del pago de la factura del cerrajero.
No obstante, en este sentido hay que hacer una matización importante. Cada seguro es independiente y tiene su propia póliza. Por lo que en el momento de sufrir una incidencia de este tipo hay que ponerse en contacto con nuestra compañía para verificar los trabajos que nos cubre. De ahí que a continuación expongamos las situaciones que generalmente puede pagar el seguro, aunque insistimos que no siempre tiene que ser así.
Qué trabajos de cerrajería cubre generalmente el seguro y cuáles no
Para que nos quede un poco más claro aún, el seguro cubre generalmente los siguientes trabajos de cerrajería:
- El seguro cubre los trabajos de apertura de puertas en caso de pérdida o robo de las llaves, pero también en aquellas situaciones en las que nos hemos dejado las llaves dentro de la puerta de la vivienda
- Trabajos de cambios de cilindros de la cerradura en caso de robo o pérdida de llaves
- Trabajos de reemplazo de cerradura en los casos de que esta haya sido taponada con silicona
Hay seguros que pueden pagar los daños sufridos por un acto vandálico, siempre que esté dentro del contrato suscrito, ya que se trata de un inconveniente ajeno a la voluntad del propietario. En este caso, el seguro no solo cubrirá los servicios del cerrajero, sino también el coste de las piezas que se necesiten para subsanar los daños.
A partir de aquí, nos queda conocer cuáles son los trabajos de cerrajería que no cubre el seguro. En este sentido, las compañías aseguradoras intentan ser claras al respecto: no se cubrirán aquellas facturas del cerrajero en las que la avería a reparar haya sido causada por la negligencia del propietario.
Quiere esto decir que el seguro no cubrirá los gastos en situaciones como por ejemplo las siguientes:
- Sustituir una cerradura en mal estado o dañada por el uso prolongado
- Problemas de apertura a consecuencia de una avería en la cerradura
- Gastos voluntarios de cada propietario en la sustitución de piezas
El pago de la factura por parte del seguro
Una vez claras las situaciones en las que el seguro cubrirá o no los trabajos de cerrajería, hay que conocer el procedimiento de pago de la factura al cerrajero. Lo cierto es que en este sentido no hay una regla general, ya que cada seguro trabaja de una determinada manera.
Puede darse el caso de que la compañía aseguradora tenga a sus propios cerrajeros afiliados al seguro, por lo que será a estos a los que tendremos que llamar antes que a cualquier cerrajero en particular. De no ser así, habrá que solicitar la factura a este cerrajero y llevarla al seguro para ver si se hacen cargo de ella o no.
Otras compañías no cuentan con profesionales afiliados, por lo que podremos llamar a cualquier cerrajero. En estos casos, lo habitual es avisar al seguro con antelación para asegurarnos el pago, llamar al cerrajero, pagarle de nuestro bolsillo y acudir al seguro para que nos hagan la devolución del importe.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que muchas pólizas de seguros solo cubren hasta un máximo de la factura del cerrajero. En muchas ocasiones creemos que nuestro seguro cubrirá todos los trabajos, y luego nos llevamos la sorpresa. Una situación similar ocurre si el seguro solo cubre el desplazamiento y mano de obra, pero no los materiales y las piezas de sustitución.
No obstante, sea cual sea el caso con el que nos encontremos, antes de firmar la póliza de nuestro seguro debemos dejar muy claro todos estos conceptos y detalles para que no haya problemas posteriores. No en vano, el hecho de no revisar con antelación las coberturas de nuestra póliza de seguro del hogar puede derivar finalmente en situaciones desagradables.
En definitiva, un seguro del hogar está para que proteja nuestra vivienda, y no para sumar más problemas a los imprevistos que hayan podido surgir.