El ser humano es capaz de poner sobre la mesa valores como la solidaridad, la empatía y la generosidad en los momentos más complicados; una virtud que nos define como especie en este planeta y que supone el desarrollo de toda sociedad. El coronavirus se ha posicionado rápidamente como el fenómeno histórico de mayor peso en el último siglo y sus consecuencias han supuesto un reto sin igual. Sin embargo, gracias a la colaboración colectiva, vencer esta epidemia global va a ser una tarea mucho más llevadera.
Los hoteles convertidos en hospitales
El daño económico que el virus ha establecido todavía resulta imposible de calcular; no obstante, ciertos sectores ya se han visto implicados en una crisis sin precedentes. Uno de ellos es el del turismo, provocando el cierre inmediato de los hoteles de todo el país y que, gracias a la generosidad de dichas empresas, se han abierto sus puertas para ponerse al servicio de los servicios médicos. Se trata de un movimiento solidario en el que, tal y como se desarrollará más adelante, fabricantes como asppen juegan un papel trascendental.
A pesar de que la mortalidad del covid-19 no alcance los niveles de otros virus, esta crisis sanitaria ha alcanzado cotas inimaginables como productos de su rápida expansión. Dicho aspecto del virus ha provocado que los centros hospitalarios se saturen y, como consecuencia directa, comiencen a faltar camas para tantos pacientes. Llegados a este momento, los hoteles se posicionan como un pilar fundamental a la hora de sustentar las bases del bienestar de nuestra sociedad, puesta a prueba como pocos podían llegar a imaginar.
Si bien es cierto que el verano sigue siendo una apuesta en firme para el turismo nacional, muchos hoteles se han visto obligados a realizar ERTES. Sin embargo, en estos momentos de crisis han adaptado sus instalaciones para que las camas pasen a se hospitalarias y, de esta manera, aumentar las posibilidades de tratamientos de cada uno de los infectados. Una cifra que, por desgracia, no deja de aumentar.
No solo estos alojamientos van a ser cruciales en la lucha contra el coronavirus. Muchas empresas ya se han puesto en marcha para sumarse a una batalla en la que solo mediante la colaboración se va a lograr vencer; una muestra más del espíritu del ser humano que nos ha llevado a alcanzar los niveles de desarrollo social de los que disponemos en la actualidad.
El aplauso para los fabricantes de camas
Una de las costumbres más bonitas en estos duros períodos, es la salida a los balcones a aplaudir a todos los implicados en esta pelea. Junto a los sanitarios, fuerzas de seguridad y empleados de supermercados, hemos de sumar a participantes que, desde el anonimato, están poniendo en marcha planes de abastecimiento para aquellas cadenas de hoteles que han puesto en marcha una adaptación a los tiempos que corren.
Fabricantes de camas como Asppen, están trabajando noche y día para que estos alojamientos cuenten con el mayor número de camas hospitalarias posible. Un hecho que va a permitir a los servicios sanitarios tratar a los pacientes más leves en las zonas que, como la Comunidad de Madrid, se han visto desbordadas por el rápido contagio. Porque el sector corporativo tiene un papel vital en estos momentos y, aquellas compañías que disponen de los recursos necesarios, ya han comenzado a tender la mano en todo lo que sus capacidades logísticas le permiten.
Cada uno de nosotros tiene una tarea por delante. Desde los que se encuentran a pie de cañón cada día, hasta aquellos que se quedan en casa renunciando a la libertad de desplazamiento. Se trata de un momento que pasará a formar parte de los libros de historia y todos los ámbitos de la sociedad han de decidir en qué lado de la batalla se van a posicionar. Por suerte, la moralidad y la ética salen a relucir en estos instantes y los fabricantes de camas no son una excepción a dicha realidad.
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