De hecho, los mayores brotes se producen después de celebraciones familiares de todo tipo. En las que los abrazos y besos se reparten sin control. Y es lógico que, después de meses sin vernos, exista una atracción mayor que la que había antes incluso.
Amigos y parientes que podrían haber pasado años sin verse y no notar la necesidad de hacerlo, ahora cuando nos vemos surge la necesidad del contacto. Posiblemente sea por el efecto de lo prohibido y por el carácter rebelde que tenemos.
¿Que nos han prohibido juntarnos durante meses? Pues ahora se van a enterar. A montar una comilona cuanto antes, con muchos platos a compartir (que no está la economía para hacer dispendios) y besos y abrazos.
Este tipo de brotes BBC (bodas, bautizos y comuniones) van a ser los más comunes, me temo. Lo bueno es que podrán ser controlados por familias o grupos de amigos. El problema será la fase dos: cuando esos parientes y amigos se vayan al trabajo y toquen la máquina o la grapadora sin desinfectar.
Por eso, mejor si en las BBC y reuniones de amigos nos ponemos la mascarilla por más confianza que tengamos de que nuestro amigo del alma no puede tener el virus. Puede que no, pero puede que sí.