En lo que respecta al primer punto, el precio del alquiler para pequeño y mediano comercio (retail, hostelería, etc.) ha caído hasta en un 25% en los principales mercados, un factor muy positivo ya que es uno de los escollos más importantes que debe superar un emprendedor, dándoles la oportunidad de negociar más agresivamente uno de los principales costes estructurales.
“Esta situación, sumada a la fuerza de una franquicia, ha generado posibilidades extra de negociación, ya que las franquicias van ligadas a marcas reconocidas y dan más seguridad al arrendador, lo cual facilita las contrataciones”, declaran desde Jeff, la solución global para emprendedores.
Por otro lado, ante la crisis devenida del COVID, los principales proveedores de servicios para el franquiciado han ajustado sus precios, especialmente en lo respectivo a obras y adaptaciones, siendo en algunos casos rebajas de hasta un 10%. De igual manera, han empezado a adoptar políticas más accesibles, con incentivos más favorables por compras de gran volumen.
“Formar parte de una franquicia facilita este tipo de negociaciones, al haber acuerdos preestablecidos que aumentan la confianza del proveedor. Un ejemplo muy claro lo vemos en el sector del motor, que se ha adaptado a esta nueva situación, facilitando nuevas opciones de acceso y financiación para el transporte comercial, o el sector eléctrico que ha lanzado agresivos descuentos superiores al 15%”, afirma Marc Vicente, COO de Jeff.