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CARAJAL EN EL TARAJAL

Nueva tensión entre España y Marruecos

Nueva tensión entre España y Marruecos
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· Por Sara López Martos, Experta en Organización de Eventos Institucionales, Congresos y Presentaciones Corporativas (*)

lunes 24 de mayo de 2021, 07:32h
La playa del Tarajal se ha convertido en el centro de la nueva crisis con Marruecos. Nuestras relaciones con Marruecos penden de nuevo de un hilo a raíz de la entrada masiva de inmigrantes marroquíes y subsaharianos a través de la frontera de Ceuta. Todavía no existe acuerdo en qué nombre ponerle a esta tensión que supone un nuevo escollo en unas relaciones ya de por sí muy frágiles. El estallido de esta nueva crisis hace pensar que volveremos a vivir nuevas escenas dramáticas en Ceuta, Melilla y Canarias posiblemente. Conforme va apareciendo más información al respecto planea una pregunta en el ambiente: ¿Se trata de una crisis diplomática, política o humanitaria? ¿O más bien es una combinación de todas ellas?

En primer lugar, se trata de una crisis diplomática. Estamos hablando de relaciones internacionales en las que la diplomacia es un elemento clave. A las pocas horas del estallido de la crisis la Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, llamó a consulta a la Embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich. La llamada a consulta se trata de una orden que se envía a un Jefe de Misión para que se persone urgentemente con objeto de informar sobre un asunto o posición de su país en un determinado tema. Se trata, sin duda, de una herramienta empleada por el Estado receptor para mostrar su disconformidad e incluso, molestia por una actitud o decisión tomada por las autoridades del Estado Acreditante y que afecta a sus nacionales o al propio interés nacional.

La figura del Embajador es fundamental en las relaciones entre los Estados dado que representa al Estado Acreditante ante el Estado receptor por lo que no resulta extraño que una de las medidas haya sido convocar en el Palacio de Santa Cruz a la Embajadora de Marruecos a la menor brevedad posible. Tras su reunión con su homóloga española, Karima Benyaich, ha abandonado territorio español para dirigirse a su país con el fin de informar sobre la situación y evolución de los acontecimientos acaecidos en territorio español a su gobierno marroquí. La pregunta del millón es: ¿Volverá la Embajadora marroquí a España? La respuesta a esta pregunta determinará la voluntad del Gobierno alauita de suavizar las relaciones con su vecino español. Es una realidad que nos encontramos ante la crisis diplomática más grave desde el simulacro de guerra en la Isla de Perejil en 2002.

En segundo lugar, está claro que también se trata de una crisis política. ¿Acaso cabe alguna duda de que Marruecos ha utilizado a su población más desfavorecida para presionar a España y también a la UE? Ya se han desgranado las causas de este nuevo estallido migratorio que me gustaría contemplar en estas líneas. Son muchos los que han manifestado su sorpresa por las imágenes vistas. Sin embargo, quizás se trata de una situación que ya se estaba gestando hace unos meses. ¿Cuál ha sido el germen de esta nueva tensión? El reconocimiento de Donald Trump de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental el pasado diciembre. La teoría esgrimida es que el hecho de contar con el apoyo de Estados Unidos ha envalentonado al Gobierno marroquí para presionar a España y a la Unión Europea (UE) al unísono.

Quedaba la duda de cuál sería la posición de la nueva Administración Biden, incógnita que se destapó cuando el actual inquilino de la Casa Blanca mostró su apoyo a Marruecos. ¿A qué se debe este apoyo si es bien sabido que uno de los objetivos de la política exterior de Joe Biden es la de reconstruir las relaciones con la UE tan deterioradas durante la Administración Trump? Con el estallido de un nuevo enfrentamiento entre Israel y Palestina, Estados Unidos necesita más que nunca el máximo número de apoyos del mundo árabe y Marruecos es un país que mantiene unas relaciones excelentes con Israel. La nueva escalada de violencia entre Israel y Palestina ha revalorizado el papel de Marruecos en el tablero mundial y su gobierno lo sabe.

Lo que busca Marruecos con la entrada masiva de inmigrantes es desestabilizar a nivel político a España. Las malas lenguas incluso llegaron a barajar la hipótesis de que lo que pretendía el Reino alauita era obtener imágenes de agresiones contra los inmigrantes para mostrarlas a la opinión pública y en su lugar se han encontrado con un trato exquisito y cuidadoso por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado así como de los voluntarios de la Cruz Roja que han estado en primera línea atendiendo y ayudando a aquellos que lograban alcanzar la costa española. Otra de las razones políticas aducidas por el Gobierno marroquí que ha acabado por recrudecer las relaciones con nuestro vecino ha sido el hecho de acoger al líder del Frente Polisario que permanece ingresado en un hospital de Logroño desde hace un mes.

Se puede decir que la decisión de permitir la entrada en territorio español de uno de los mayores enemigos del gobierno marroquí ha sido la gota que colmó el vaso de una situación ya muy revuelta y enrarecida a raíz del movimiento de la Administración Trump reconociendo la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Vuelve a salir a la palestra el tema de la soberanía sobre un territorio que ya lleva décadas sin resolver, con un plan, el Plan Baker, orquestado en el seno de las Naciones Unidos, que no ha acabado por aplicarse. Las palabras de la Embajadora de Marruecos en España no llevan al equívoco: “En las relaciones entre países hay actos que tienen consecuencias y se han de asumir”. No cabe duda de que Marruecos no sólo se siente molesto por el hecho de haber acogido al Líder del Frente Polisario, lo que le irrita es que hayamos intentado ocultárselo. Sin embargo, ¿es lícito utilizar a personas desesperadas como moneda de cambio?

Esta nueva tensión también puede definirse como crisis humanitaria. Han entrado unos 8000 inmigrantes, entre adultos y menores. La mayoría de ellos procedentes de la zona fronteriza con Ceuta y Melilla, la región más castigada por el Covid-19 y la que dependía más de esos intercambios que se han visto reducidos a cero, a causa del cierre de las fronteras. El gobierno ha informado que ya han sido devueltos más o menos la mitad de los migrantes aplicando la devolución en caliente pero, ¿qué sucede con los menores? España se enfrenta a un verdadero problema ya que no se puede devolver a los menores. Viendo las imágenes la comunidad internacional no entiende cómo un gobierno puede jugar de esa manera con la vida de personas. La sensación generalizada es que “Marruecos abre o cierra fronteras usando a los desesperados”, tal y como se manifestó en el seno de las filas del PSOE.

Si España quiere desencallar esta nueva crisis política, diplomática y humanitaria deberá en primer lugar, intentar retomar las relaciones al más alto nivel con Marruecos. Es importante volver a retomar las Reuniones de Alto Nivel (RAN) para tratar temas que afectan a ambos países. La figura de SM el Rey Felipe VI también será fundamental teniendo en cuenta que es de todos sabido que la relación del actual monarca no es tan fluida como la que tenía el Rey emérito. Del mismo modo, conviene mantener las relaciones de colaboración, cooperación y tratados de buena vecindad ya que Marruecos es socio inestimable en la lucha contra el terrorismo. Así mismo, conviene retomar la comunicación con el gobierno marroquí que hasta el momento no se ha producido.

Son muchos los que piensan que la mejor forma de evitar nuevas tensiones es contribuir a mejorar las condiciones de vida del país. Se debe trabajar codo con codo con las sociedades civiles, los gobiernos regionales y locales para ayudarles a definir políticas y programas que les ayuden a mejorar la situación de su población. España lleva muchos años apostando por esta perspectiva convirtiéndose en el primer proveedor y el primer cliente de Marruecos. Marruecos es nuestro primer socio comercial en África y el primer destino de la inversión española en África. Asímismo, el país vecino se ha situado en los últimos años como uno de los principales receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo de la Cooperación Española. ¿Vale la pena tirar por tierra todos estos años de esfuerzo y estrecha cooperación?

Del mismo modo, la UE también tiene un papel fundamental si tenemos en cuenta que Marruecos también está echando un pulso a Europa. Los máximos líderes europeos no han tardado en manifestar su apoyo a España al afirmar que “las fronteras de España son las fronteras de Europa”. Sin embargo, se echa de menos algo más de acción. La UE lleva aplicando en los últimos 20 años políticas migratorias consistentes en externalizar el control de los flujos migratorios dejándolo así en manos de los Estados miembros con lo que estos se sienten completamente desprotegidos ante las crisis migratorias. ¿No valdría la pena que se estableciera una política común en la que la UE estuviera detrás, aportando así mayor fuerza a las decisiones tomadas?

La respuesta por parte de España y de la UE acabará por determinar el futuro de las relaciones entre España y Marruecos. Es importante apostar por el largo plazo. Es muy fácil poner un parche y no tratar los verdaderos problemas de fondo. España lleva muchos años apostando por su relación con Marruecos por múltiples motivos. Sin embargo, las políticas diseñadas hasta el momento requieren de tiempo para poder ver los resultados ya que estamos hablando de acabar con problemas estructurales como la pobreza o la desigualdad. Marruecos por su parte, también debe involucrarse más para conseguir los objetivos. De no alcanzar un compromiso firme entre todas las partes involucradas, en breve nos tendremos que enfrentar a una nueva crisis ya que a finales de junio o principios de julio el Tribunal de Justicia de la UE debe emitir dos sentencias que se cree que no van a ser muy favorables para Marruecos.


(*) Sara López Martos es Licenciada en Economía por la Universidad de Barcelona (UB) y Bridgewater College, Virginia (EEUU), Master en Protocolo, Organización de Eventos y Gestión de Congresos y asesora Experta en Organización de Eventos Institucionales, Congresos y Presentaciones Corporativas.

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