El balance de esta primera edición confirma que el área de cumplimiento ha tenido un importante desarrollo en España en los últimos años. Hace apenas un lustro no existía un área específica sobre ética, cumplimiento o integridad en las webs corporativas de las compañías del IBEX 35. Hoy son muchas las que destinan un espacio propio en su página a esta área y una gran mayoría las que incluyen en sus informes de sostenibilidad, responsabilidad corporativa o el estado de información no financiera una sección propia para comunicar sus compromisos con esta materia.
El informe, disponible en www.hazfundacion.org, ha surgido gracias al impulso y ayuda de la Asociación Cumplen, una organización profesional sin ánimo de lucro que promueve el desarrollo, la profesionalización, la implementación de las mejores prácticas y la búsqueda de la excelencia en el cumplimiento normativo.
El cumplimiento, por áreas
El informe evalúa cinco grandes áreas de información, siendo las que examinan el canal de denuncias y las políticas y procesos de cumplimiento las dos mejor puntuadas.
El alto grado de cumplimiento del área sobre el canal de denuncias muestra que se trata de un mecanismo muy extendido en las empresas (el 88% cuenta con este canal) y que el gran reto es ofrecer información mucho más cualitativa sobre el funcionamiento y resultados. En este sentido, se aprecian importantes diferencias en el grado de información que proporcionan algunas empresas, con datos sobre el número y naturaleza de las denuncias o consultas.
En segundo lugar, el área de políticas y procesos de cumplimiento que recoge, entre otras cuestiones, los diferentes códigos de conducta y políticas sobre algún área específica -anticorrupción, prevención de delitos penales y conflictos de intereses-, muestra altos índices de cumplimiento en materia de transparencia. Tan solo un 6% y un 11% de las empresas analizadas no publican sus códigos éticos o políticas de cumplimiento, respectivamente.
La información sobre las competencias, dependencia y nombramiento del responsable de cumplimiento (se trate de un órgano colegiado o unipersonal) es el área que presenta los grados de transparencia más bajos.
El área de formación y concienciación arroja diferencias significativas entre la información publicada sobre la primera cuestión, que es bastante alta con tan solo un 26% de la muestra que no informa, y el área de sensibilización que presenta resultados mucho más bajos, con un 86% de las empresas que no publican datos sobre esta cuestión.
Finalmente, el reto del órgano de gobierno competente de supervisar e impulsar la cultura de cumplimiento, es, precisamente, cómo hacer el tránsito de su función de supervisión a la de impulsora. Los informes de actividades de las comisiones del consejo se limitan a reportar sobre las funciones de supervisión o control realizadas (un 77% informa de estas cuestiones) sin describir las conclusiones o acciones tomadas (el 97% no desciende a estos detalles).
“Los desafíos más importantes desde el punto de vista de la transparencia y la calidad de la información –en opinión de Martín Cavanna- se pueden concretar en tres: mejorar la información cualitativa sobre el responsable de cumplimiento; incorporar información sobre los aprendizajes y el funcionamiento del canal, así como el papel del órgano de gobierno como impulsor de la cultura de cumplimiento, y, por último, informar de las acciones para concienciar a los diferentes grupos de interés sobre las cuestiones relacionadas con la integridad, la ética y el cumplimiento”.