“En primer lugar”, detalla ramo, “debemos cuestionarnos si las publicaciones o interacciones que llevamos a cabo están reforzando nuestra reputación y credibilidad”.
Después, es también importante crear contenido pensando en el consumidor. De este modo, todas las personas que acaben en el perfil podrán familiarizarse con el nombre del vendedor, su modelo de negocio y entender su marca personal como algo positivo.
Por último, y muy en la línea del resto, está el enfoque y/o finalidad con la que creamos las publicaciones: “las interacciones deben estar enfocadas siempre en las necesidades y problemáticas del cliente objetivo”.
“Se tratan de tres claves concretas que pueden actuar como una suerte de filtro para evitar la pérdida de foco o incluso que las interacciones en redes sociales profesionales puedan ser contraproducentes”, explica Ramo.
El modelo híbrido, en auge desde el estallido de la pandemia
Más allá de las graves consecuencias económicas para la economía española, el experto considera que la pandemia del coronavirus supuso, en cierto modo, “una oportunidad para acelerar los ritmos de digitalización de las empresas”.
Entre todos los conceptos surgidos, la reinvención del concepto de oficina es el que mayor recorrido está teniendo, principalmente por el auge del llamado modelo híbrido.
“Este concepto es el usado para referirse a aquellos modelos laborales que combinan la presencialidad de la oficina con el teletrabajo. Y está teniendo mucho calado entre los españoles pues, según indica un reciente estudio elaborado por IESE Business School, el 36% de los empleados prefiere trabajar desde casa tres días por semana y el 32% dos días”, detalla Ramo.
En este pretexto, herramientas como las videollamadas se han normalizado, revalorizando todavía más la figura del vendedor hibrido, que las utiliza como una forma de comunicación fundamental para consolidar la organización comercial con el cliente y trabajadores.