Entre quienes ostentan un mayor conocimiento sobre los principales puntos que aborda la reforma del Gobierno, cabe destacar que el 77% ve con buenos ojos que se penalice a las empresas que abusen de la rotación de los trabajadores temporales. Además, el 62,5% apoya que se regule la contratación indefinida para las Empresas de Trabajo Temporal (ETT); y el 62% está a favor de que se limite a un 15% los contratos temporales en su plantilla, en sectores específicos.
Al ser preguntados sobre qué medidas de la reforma laboral supondrán una mejora real para el mercado, el 48% de la población activa cree que la aplicación de esta reducirá el uso fraudulento de determinados contratos de trabajo.
Por el contrario, el 31% de la población activa piensa que aumentará el pago en B de los trabajadores, y un 29% asegura que aumentará la carga de trabajo de los empleados y dificultará la contratación.
Finalmente, existen diferencias importantes según la situación laboral de los encuestados. Quienes tienen un contrato indefinido perciben menos repercusiones negativas derivadas de la reforma. En cambio, los autónomos consideran que habrá más consecuencias negativas, en primer lugar: un aumento de la carga de trabajo (42% frente al 25% de los profesionales con contrato indefinido).