El acto de apertura fue presidido por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el rey Felipe VI, y contó también con la asistencia de la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Según afirmó Sánchez en la cena del domingo, la digitalización es uno de los ejes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España y va a captar casi un tercio de las inversiones totales, unos 20.000 millones de euros.
"El reforzamiento y la extensión de la conectividad son prioritarios", destacó Sánchez, y aseguró que, junto a la garantía de banda ancha de 100 megas para el 100 por ciento de los ciudadanos y el despliegue del 5G, el Gobierno va a impulsar inversiones en ámbitos donde España "jugará un papel de liderazgo como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la industria 4.0 o la economía del dato".
De acuerdo con los organizadores, se espera que acudan a la cita entre 40.000 y 60.000 personas, con lo que se cumplirá su principal objetivo, que es mostrar que la industria se recupera y vuelve a la normalidad después de dos años difíciles de pandemia.
Este año el MWC vuelve a su fecha habitual en el calendario, tras la cancelación en 2020 y un evento reducido en el verano de 2021, con formato híbrido y menos ocupación de expositores.
De las cerca de 1.500 empresas que expondrán en Barcelona, algunas, como Sony o Lenovo, solo estarán presentes de forma virtual.
El despliegue del evento también repercutirá en la economía local, con un impacto económico de 240 millones de euros este año y la creación de 6.700 empleos temporales, según vaticinaron sus organizadores.