Son muchos los consumidores que demandan cada vez más alinear sus hábitos de consumo con factores como la salud y la sostenibilidad. Esto tiene múltiples implicaciones: Concienciación con los problemas de nutrición. La “doble carga de la malnutrición” se refiere al aumento del hambre y la obesidad, aspectos que incrementan los gastos nacionales de atención médica. Los consumidores y gobiernos demandan cada vez más alimentos sostenibles y sanos (menos azúcar, grasas saturadas…); de este cambio de mentalidad pueden sacar partido algunas empresas enfocadas en el desarrollo de productos alimentarios de alta calidad (uso de mejores ingredientes, controles de calidad…). Hay una cultura emergente de “comida a la carta”, como podemos ver el incremento de peticiones de kits de comida a domicilio.
Podemos invertir en esta megatendencia a través de acciones (Nutrien, Viscofan, Danone…), ETFs (como Rize Sustainable Future of Food UCITS ETF A USD -IE00BLRPQH31) o a través de fondos de inversión.
Pictet Nutrition
Invierte principalmente en renta variable de empresas internacionales que operan en sectores relacionados con la nutrición, especialmente los dedicados a mejorar la calidad, accesibilidad y sostenibilidad de la producción de alimentos.
El gestor combina el análisis del mercado y el análisis fundamental de empresas, para seleccionar valores que a su juicio ofrecen perspectivas de crecimiento favorables a un precio razonable. Tiene libertad para desviarse de la composición del índice de referencia.
BGF Nutrition Fund
Invierte a escala mundial al menos el 70 % de sus activos totales en valores de renta variable de empresas cuya actividad forme parte de sectores como la cadena de valor de la alimentación y la agricultura. Selecciona empresas que buscan activamente soluciones a los problemas de sostenibilidad globales dentro del ámbito de la nutrición a través de tendencias en materia de nutrición sostenible. El Fondo busca los «mejores valores de su clase» a la hora de realizar una inversión sostenible. Esto significa que el Fondo selecciona a los mejores emisores (desde una perspectiva ESG) para cada sector de actividad relevante (sin excluir ningún sector de actividad). Más del 90 % de los emisores de valores en los que invierte el Fondo tienen una clasificación ESG o sus criterios ESG se han analizado.