Fuerte rebote en entorno de furte volatilidad
El miércoles, las bolsas europeas, con la simple noticia de que aumentaban las probabilidades de una solución por la vía diplomática a la guerra en Ucrania, subían un +7%, para cerrar una semana de subidas cercanas al 4%, mientras que EEUU caía cerca del -3% entre lunes y viernes.
Tomamos el movimiento de esa jornada con cierto escepticismo, pero como un recordatorio de que un escenario bélico muy negativo está descontado en los precios actuales y cualquier mejora, podría llevar a movimientos bruscos al alza en un entorno de volatilidad que ha venido para quedarse.
Reunión del BCE
Toda la atención estuvo puesta en la reunión del Consejo del BCE y la posterior comparecencia de Lagarde ante los medios. La Autoridad Monetaria planteó una estrategia de salida del QE más agresiva de la anunciada en diciembre. De esta manera se comprometió a comprar 40.000 millones de euros en el mes de abril, 30.000 en mayo y 20.000 en junio, valorando una recalibración posterior que sería “dependiente de los datos”.
De esta manera se abría la puerta a terminar el APP en el 3T.22. En materia de tipos las novedades estuvieron en el Forward Guidance, al señalar que la facilidad de depósito se tocará “algo después” de finalizar el APP, cuando en la última reunión los tiempos eran más reducidos. En términos generales el BCE buscó ganar flexibilidad en el proceso de normalización de política monetaria, con el fin de poder tomar decisiones en el caso de un empeoramiento de los datos macro derivados del conflicto en Ucrania.
Dato inflación EEUU
El IPC de febrero se saldó con un nuevo incremento de cuatro décimas, hasta el 7,9% interanual. Nuevo máximo de los últimos 40 años. La referencia subyacente también aumentó en 4 décimas contabilizando un 6,4% en términos interanuales.
La composición puso de manifiesto la acumulación de presiones inflacionistas al registrarse alzas de precios en la práctica totalidad de las partidas, con especial relevancia en las de carácter estructural. En este sentido, el OER que representa cerca de un tercio del índice se incrementó un 0,4% en febrero, lo que supone un avance interanual del 4.1%. Está dinámica está añadiendo una mayor presión sobre la Reserva Federal, la cuál tiene una delicada situación entre combatir la inflación y el riesgo de menor crecimiento, acentuado por el conflicto de Ucrania.
Inflación en España
El IPC del mes de febrero se situó en el 7,6%, un punto y medio por encima del registro del mes anterior y la cifra más alta desde diciembre de 1986. Entre los grupos que experimentaron mayores subidas encontramos la vivienda, con una variación anual del 25,4%, más de siete puntos por encima de la variación contabilizada el mes anterior y el transporte con un aumento del 12,8%, un punto y medio superior a la del mes anterior, como consecuencia del incremento de los precios de los carburantes y lubricantes para
vehículos personales.
El precio del petróleo afecta más a la inflación que al crecimiento
El mercado vuelve a estar temeroso ante un posible escenario de estancamiento económico con alta inflación (estanflación), lo que no sorprende dada la situación actual, en la que ese riesgo se ve incrementado por la situación en Ucrania y en concreto, el impacto que la fuerte subida del precio del barril de petróleo tiene sobre crecimiento e inflación.
Son varias las asunciones que hay que hacer para cuantificar ese impacto, pero según estimaciones de Morgan Stanley, una subida del 10% del precio del petróleo (que sube más de un 30% en lo que va de ejercicio), lastra el crecimiento en un 0,1% e incrementa la inflación subyacente en un 0,4%.
Las revisiones de estimaciones de crecimiento de las últimas semanas recogen un efecto esperado ligeramente superior a esa magnitud, pero dada la fortaleza inicial de la recuperación truncada por la guerra, la economía, en general, sigue teniendo margen antes de caer en recesión.
BCE: retirada de estímulos más agresivade lo esperado
El sesgo de la reunión del BCE fue más agresivo de lo esperado por el mercado y por nosotros mismos. Especialmente notable en lo que a la reducción del programa de compras se refiere, estableciendo un programa de compras netas de 40.000 millones de euros para el mes de abril, 30.000 para mayo y 20.000 para junio.
Si bien es cierto que el BCE no cierra la puerta a una extensión del programa de compras APP, se trata por ahora de un punto resulta poco relevante y se entiende que habrá un final efectivo de la intervención para el 3T22.
En materia de liquidez, este nuevo programa supone inyectar 90.000 millones de euros en lo que queda de año, lo que implica una rebaja de 180.000 con respecto al plan establecido en diciembre. Esta iniciativa no supone un cambio drástico en la política de financiación de déficit que ha prevalecido durante toda la pandemia, con la acción agregada del BCE (compras netas + reinversión) significando entorno a un 90% de la expectativa de emisión bruta total.
En cualquier caso, menores estímulos monetarios, junto con las necesidades de financiación que suponen un mayor gasto en energía y defensa, hacen necesario mayor estímulo fiscal, alineado con esa noticia sobre una posible gran emisión de deuda conjunta, sobre la que faltan multitud de detalles, pero podría ser un paso importante para la UME.