Muy usados para ayudar al desplazamientos de personas de tercera edad, gente en sillas de ruedas o para mover objetos que resultaría incómodo desplazar por escaleras. Sin duda, son de mucha utilidad en cualquier inmueble habitacional de varios niveles.
Tal vez tú mismo te has preguntado cómo instalar un ascensor en tu propia casa. En ocasiones, las personas creen que es algo complicado o imposible. Se imaginan que se trata de un ascensor como el usado en un edificio de varios pisos, que necesita de una fosa y de un complejo cuarto de máquinas. Igualmente, que se trata de un gasto desmedido con un mantenimiento y gasto de energía superlativo. Nada de esto es cierto, pues para soluciones domésticas existen cómodos elevadores diseñados para el hogar.
Las diferencias entre un ascensor y un elevador
Ocurre que para el hogar lo que se usa es un elevador, no un ascensor. La confusión entre ambos tipos de mecanismos ocasiona que las personas se inhiban, pues ciertamente un ascensor es más costoso y complicado. Veamos las diferencias a continuación:
- Un ascensor puede instalarse en toda clase de edificaciones. En cambio, un elevador se usa en inmuebles con poca cantidad de pisos.
- El ascensor es más rápido, mientras que el elevador se mueve a una velocidad moderada.
- Los ascensores se fabrican para un tráfico constante. Es un mecanismo confeccionado para subir y bajar muchas veces al día, con gran cantidad de usuarios por hora.
- Por el contrario, un elevador no se usa de manera tan frecuente. Asimismo, su capacidad de usuarios es menor. No es para que entren muchas personas al mismo tiempo.
- Un elevador tiene una velocidad máxima de 0,15 m/seg. Está sujeto a menor cantidad de normas que un ascensor, por lo que resulta más simple instalar un elevador en cualquier construcción.
- Los elevadores se fabrican para subir un máximo de tres (3) o cinco (5) niveles. Lo importante es que no realicen más de 12 metros de recorrido vertical.
Queda claro que en el escenario del hogar, lo que se instala es un elevador; no un ascensor. Por otra parte, hay diferentes tipos de elevadores: de carga y de personas. Incluso, se han diseñado elevadores para el hogar, pensados para este tipo de inmuebles.
Las características de un elevador doméstico
Sucede que los elevadores domésticos han empezado a ser una especialidad. Se diferencian de otros, siendo en ocasiones una combinación entre elevadores de carga y de personas. Indicamos algunas de sus peculiaridades a continuación:
- No necesitan de foso ni de cuarto de máquinas. Por lo tanto, son muy sencillos de colocar en un inmueble.
- Funcionan con un motor de 220 v, por lo que no requieren una fase especial con voltaje mayor.
- Se pueden instalar en diversos lugares, no siendo siempre obligatorio construir un foso para el recorrido de la cabina.
- La cabina tiende a ser reducida. No es para muchas personas. En dado caso, se confeccionan cabinas de tamaño especial para usuarios con sillas de ruedas.
- En ciertos casos, no requieren de ningún tipo de obra. Por ejemplo, su túnel de desplazamiento vertical simplemente se anexa a los niveles de piso. De ser necesaria una modificación de obra civil, es mínima.
Por último, es necesario aclarar que un elevador para el hogar debe ser planificado. Se necesita elegir muy bien su ubicación, a la vez se debe saber la distancia que se cubrirá en vertical. Asimismo, estimar el peso que debe soportar el mecanismo.
¿Cuáles son los pasos para instalar un elevador en el hogar?
Instalar un elevador unifamiliar es una tarea que debe ser efectuada por profesionales. No es cuestión de comprar un elevador y colocarlo en sitio. En realidad, necesita de una labor como la que describimos a continuación:
- Lo primero es medir los ambientes. Solo con un correcto levantamiento se obtienen las medidas necesarias para ajustar el elevador al sitio sin inconvenientes.
- Elegir el tipo de elevador doméstico: hidráulico o de electricidad. Los elevadores hidráulicos usan un “cilindro hidráulico” que funciona con la presión de un líquido. Los de electricidad soportan menos peso.
- Escoger el sitio donde estará el elevador. Hay diversos modelos en el mercado, diseñados para adaptarse a diversas situaciones. Se suelen colocar al lado de una escalera, en la zona externa (patios, con aberturas para la vivienda), en dobles o triples alturas, o bien se puede requerir perforar losas para el elevador.
- Es importante decidir el tamaño de la cabina. Puede ser estrecha, para que suban una o dos personas de pie. También, con más amplitud si se necesita que gente en silla de ruedas use el elevador.
- Elegir acabados: si la cabina es cerrada, acristalada, la altura de la cabina, materiales de la misma, diseño de la botonera y tipo de puerta. Los elevadores domésticos no suelen tener puertas que se abren automáticas, sino que se abren manualmente, bien sea por barrido o correderas.
- La forma de la cabina: hay dos tipos, la circular y la cuadrada/rectangular. La de geometría circular se recomienda cuando el elevador va adosado. En cambio, si se usan cuadradas o rectangulares es necesario hacer una perforación para el movimiento en vertical.
- Determinar la cantidad de peso que soportará el elevador. Por lo general, se usan para tolerar el peso de una, dos y máximo tres personas. No obstante, en ciertos casos estos elevadores del hogar se requieren para mover objetos y pesos. En este último caso, el sistema debe ser hidráulico para que tenga más fuerza.
Todo lo antes mencionado, sirve como respuesta a la interrogante sobre cómo instalar un elevador en tu propia casa. Se añade que es necesario verificar la fuente de energía, siempre recomendando tener cerca alguna conexión eléctrica. Es importante aclarar que estos elevadores tienen una batería de recarga, para funcionar en caso de fallo eléctrico.