Análisis y Opinión

¿Ha sido Sri Lanka el primer país en estallar?

CRISIS GLOBAL

· Por Ramón Boixadós, Profesor Universidad Carlos III, Profesor Centro Español de Logística

Lunes 18 de julio de 2022

Sri Lanka ha dejado de pagar 78 millones de dólares de intereses de su deuda soberana. El periodo de 30 días de gracia ha vencido y las principales agencias de rating, S&P and Fitch, anunciaron que Sri Lanka había incumplido y que entraba en suspensión de pagos. ¿Pero cómo ha llegado el país a esta situación? La inflación ha alcanzado el pasado mes de junio el 54,7% y se espera según el banco central, que llegue al 70% anual en los próximos meses. La rupia se ha devaluado un 77% desde el mes de marzo. Actualmente se requieren 355 rupias para obtener un dólar. La deuda total del país asciende a 50.000 millones de dólares.





Sri Lanka alcanzó la independencia en 1948. Tres grupos étnicos, cingaleses, tamiles y musulmanes, constituyen el 99% de los 22 millones de habitantes del país. Después de la devastadora guerra civil, Sri Lanka concentró todas sus fuerzas en la reconstrucción del país. Los diferentes Gobiernos gastaron más de lo que les permitían los impuestos, endeudándose con los países vecinos. Sri Lanka importaba más de lo que exportaba, afectando a sus reservas de divisas. Tras ser elegido en 2019 y cumpliendo una de las medidas más populistas de su campaña, Gotabaya Rajapaksa el presidente dimitido, redujo drásticamente los impuestos, privando al Estado de ingresos mientras se disparaba la deuda externa.

Llegó un momento en el que el país no tenía suficiente dinero para importar productos básicos, como alimentos, medicinas, papel, combustibles, fertilizantes. El Gobierno prohibió el uso de los fertilizantes en verano del año pasado. Sin estos, la producción de arroz y té decayó drásticamente. La producción de té redujo las exportaciones de este producto.

Otro factor negativo, ha sido la dramática caída del sector turístico. El país comenzó a desarrollar esta industria hace una década. Pero el crecimiento prometedor se frenó en 2019. En abril hubo varios atentados en el que murieron 269 personas. Aunque el Gobierno respondió rápidamente a los ataques, el turismo se vio seriamente afectado y se redujeron dramáticamente los ingresos en moneda extranjera. Estas divisas eran claves para sostener la creciente deuda externa.

El COVID-19, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los ingresos del sector turístico cayeron un 92 %, desde 2019 a finales de 2021. Además, una parte importante de los turistas que visitaban el país venían de Rusia y Ucrania. La pandemia de coronavirus en 2020 terminó de matar las reservas, que ya a principios de año se quedaron casi al cero

El FMI ya ha iniciado negociaciones con Sri Lanka sobre la implantación de un programa de ayuda que requerirá una amplia reestructuración de la deuda, reformas económicas y recortes de gastos. Pero esas conversaciones podrían tardar meses en concluir. El FMI dice que Sri Lanka no cumple los criterios para establecer una solución de financiación acelerada, que permite a los países obtener efectivo rápidamente para cumplir con los pagos urgentes. Para ello hay que desarrollar un programa de ayuda completo. El FMI debe convencerse de que el gobierno implantará las amplias reformas necesarias, para que las finanzas del país vuelvan a ser sostenibles. Entre las duras medidas se requieren recortes de gastos y aumentos de impuestos. El banco central elevó drásticamente las tasas de interés recientemente, lo que indica su voluntad de tomar medidas duras para controlar la inflación. Los tipos de interés han alcanzado actualmente el 14,5% cuando hace cuatro meses estaban al 6.5%.

Después de las protestas de la población, el asalto del palacio presidencial y el incendio de la vivienda del primer ministro, el parlamento de Sri Lanka elegirá a un nuevo presidente el 20 de julio. El presidente del Parlamento ha confirmado la dimisión por carta del presidente Gotabaya Rajapaksa y del nombramiento de forma interina como presidente del primer ministro Ranil Wickremesinghe.

El nuevo presidente y su gobierno deberán enfrentarse a la peor crisis política, económica y social en la historia de la nación isleña. Además de intentar responder a las demandas de su pueblo, deberá guiar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con otros países prestamistas.

Diferentes países en varios continentes se enfrentaban a los de tres ‘shocks’. El aumento de los precios de los alimentos, el aumento de los precios de los combustibles y los problemas para refinanciar su deuda, ante la subida de los tipos de interés y el descenso de los ingresos.

Varios países han iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional. Egipto, Túnez, El Salvador. Paquistán ha cancelado los subsidios a los productos petrolíferos ante su alto coste y el riesgo de entrar en una situación de default. ¿Cuántos más países seguirán el mismo camino en los próximos meses? Pero la situación no parece que sea un problema individual de algunos países, sino una crisis internacional.