Análisis y Opinión

Los negacionistas de la recesión… son sus propios causantes

CARTA DEL PRESIDENTE

· Por Alfonso Merlos, Presidente del Grupo "El MUndo Financiero"

Alfonso Merlos | Domingo 18 de septiembre de 2022

Lo sea técnicamente y en puridad o no, el hecho cierto es que España se encamina, circulando cuesta abajo y sin frenos, a la recesión. Es decir, más allá de que los indicadores económicos, trimestre a trimestre, lleven a la conclusión de que esa recesión lo es de iure, de facto en los hogares y las empresas españolas ya se palpa por desgracia una doble sensación: la primera, de parón; la segunda, de incertidumbre, entendido este concepto eufemísticamente como miedo a empeorar o a perder lo que se tiene.



Más allá de la guerra en Ucrania y de las secuelas del coronavirus, y de otros comodines habituales, en tantos aspectos y variables, el hecho cierto es que en nuestro país hay unos causantes de la deriva decadente y de destrucción de riqueza que coge peligrosamente fuerza. Y la responsabilidad de los daños no puede sino ser atribuida, en primer rango por sus competencias (que, vez tras vez, derivan en incompetencia), al gobierno de España.

Sin embargo, aun siendo un desastre el panorama actual -no tanto como el que se avecina, tristemente- lo más deplorable es que los culpables del hundimiento son precisamente quienes lo niegan. “¿Crisis? ¡¿Qué crisis?!”, repiten como loros los portavoces gubernativos, entre balbuceos, mientras España se va por el desagüe.

Pronto habrá que reflexionar cómo en un mismo equipo, en la colección presente de ministros, se han reunido de golpe y porrazo algunos (más bien algunas) de los que pueden reñir por encaramarse al podio de los peores de la democracia. ¡En 40 años! Hombres y mujeres, la mayor parte de ellos casi totalmente desconocidos, a los que en el mejor de los casos se había tenido simplemente por pazguatos, y que a la luz de la opinión pública nacional han acreditado lo que se barruntaba que eran.

El escenario es de tragicomedia total, con más tintes de la primera. Y vuelve a estar dominado por la mentira. Mientras en la sala de máquinas de Calviño, los técnicos de la Dirección General de Análisis Macroeconómico llevan semanas observando cómo el cuadro de mandos de los principales indicadores de coyuntura va tiñéndose de rojo, los políticos de cartera se aúpan a los micrófonos y se encaran a las cámaras cada día, en insultantes puestas en escena, defendiendo lo indefendible: que España (a pesar de Feijoo y Vox) va bien.

Con el negacionismo, también con el económico, aunque no se consiga siempre se pretende blanquear la ignorancia. Pero al mismo tiempo se cubre de porquería y de indignidad a una sociedad entera… con el reloj para despertar y materializar el cambio político, por fortuna y al parecer según apuntan todos los sondeos sin excepción, en marcha.