Si bien la moneda única cerró la sesión de ayer con una evolución plana, la volatilidad intradía se mantuvo elevada y cotizó en un rango intradía del 1%. La escalada en la guerra de Ucrania y los mayores rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense siguen reprimiendo el sentimiento sobre el euro. Esto ha lastrado al euro esta mañana, que ha caído a nuevos mínimos de los últimos 20 año. Resulta poco probable que la escasa confianza de los inversores se revierta tras la publicación de esta mañana de los PMI preliminares de Francia y Alemania para septiembre, que a excepción del dato del sector servicios para Francia, han sido peores de los esperado, a falta de conocer los relativos a la Eurozona. Según todos los indicadores, los economistas esperan que la actividad económica caiga aún más en terreno de contracción. El mayor motor de Europa ayer fue el franco suizo, que cayó un punto porcentual frente al euro después de que el Banco Nacional Suizo rebajara las expectativas del mercado y cumpliera la opinión de consenso entre los economistas con una subida de 75 pb. A pesar del descenso del par EURCHF, esperamos un deterioro de las condiciones en Europa y la preferencia del Banco Nacional Suizo por un franco más fuerte para mantener intacta la tendencia a la baja en el par.
La libra siguió rondando ayer mínimos de varias décadas frente al dólar, dado que la última decisión del Banco de Inglaterra de subir los tipos 50 pb no logró impresionar a los mercados, a pesar de que sus comunicaciones estuvieron repletas de connotaciones restrictivas que apuntan a una subida de 75 pb en noviembre y, posiblemente, incluso en diciembre. Esta mañana la atención se centrará en el canciller Kwarteng, que anunciará un el llamado mini-presupuesto a las 10:30 CET. Los primeros indicios sugieren que el presupuesto contendrá grandes promesas de gasto, desde las medidas anunciadas previamente de apoyo a la factura energética de los hogares, hasta posibles recortes del impuesto de timbre y del impuesto sobre la renta. Los inversores prestarán mucha atención a cualquier indicio de consolidación fiscal, ya sea mediante políticas que generen ingresos o a través de la compensación de los recortes de gastos. Sin estas medidas, resulta probable que surjan de nuevo preocupaciones por la cuenta corriente, lo que ejercerá una mayor presión sobre la libra, que esta mañana sigue registrando nuevos mínimos.
La intervención de los funcionarios japoneses en el par USDJPY estableció ayer un límite temporal en el índice DXY del dólar. No obstante, a pesar de la dinámica en el índice DXY, en el que el JPY representa la segunda ponderación, los esfuerzos de intervención no lograron detener el repunte más generalizado del USD. Hoy, es probable que la volatilidad se reduzca aún más, ya que los mercados han digerido en gran medida la última decisión de la Reserva Federal y el calendario de la institución monetaria tiene ahora menos eventos. En cambio, la atención se centrará en los comentarios de apertura de Powell en un evento de la Fed y en la publicación de los PMI preliminares para septiembre en Europa y Estados Unidos.