Exterior

Taiwán celebra el "Doble Diez", su Día Nacional

El Exmo. Sr. Embajador de Taiwán en España, José María Liu.

Discurso del Excmo. Sr. Embajador de Taiwán, José María Liu en la recepción del Día Nacional, 10 de octubre de 2022

· El Día Nacional de Taiwán entronca totalmente con un pasado chino: conocido popularmente como el Día del Doble Diez o Día del Doble Décimo, es una festividad nacional que fue celebrada en China hasta 1949, con el fin de la guerra civil china, y en el que se conmemora el inicio del levantamiento de Wuchang del 10 de octubre de 1911, que supuso el colapso de la dinastía Qing y la constitución de la República de China en el 1 de enero de 1912

Lunes 10 de octubre de 2022

El Exmo. Sr. Embajador de Taiwán, José María Liu, pronunció en España el discurso que, dado el máximo interés que suscita, publicamos a continuación. Sus palabras tuvieron lugar anteun nutrido grupo de representantes de la Política, la Cultura, la Sociedad y los Medios de Comunicación Social tanto españoles como extranjeros. Comezó el Sr. Embajador de lasiguiente manera: -"Sean todos muy bienvenidos a esta recepción que mi esposa y yo tenemos el honor de ofrecer hoy para compartir con todos ustedes la celebración del Día Nacional de la República de China (Taiwán). Es un verdadero placer volver a encontrarnos tras este obligado paréntesis de los últimos dos años en los que la pandemia no nos ha permitido celebrar en compañía de todos ustedes este Día Nacional, una fecha de especial significación para todos nosotros"-.





Permítanme, en primer lugar, una breve pero sentida mención para todas aquellas personas que se hayan visto irremediablemente afectadas por esta terrible pandemia, aquellos que hayan sufrido la irreparable pérdida de familiares o seres queridos, o hayan visto su forma de vida, trabajo o salud seriamente mermados. Ahora que por fin parece que comenzamos a divisar la luz al final de túnel, tal vez sea el mejor momento para recordar que la unidad y la solidaridad de todos y cada uno de nosotros han sido la mejor y más eficaz vacuna contra este virus. Es por ello que puedo sentirme orgulloso de cómo mi país ha afrontado tal desafío, poniendo el acento desde el inicio de la pandemia en hacer realidad nuestros más preciados lemas: “Taiwán puede ayudar” y “Taiwán está ayudando”.

Quiero dar las gracias de manera muy especial a todos los amigos que aquí he encontrado durante estos cuatro años, algunos de ellos recuperados después de mi anterior y ya lejana estancia en España, y otros nuevos ahora conocidos, muchos de los cuales, unos y otros, me honran aquí con su presencia.

Infinito es mi agradecimiento a los excelentísimos diputados y senadores aquí presentes, quienes me han demostrado desde el principio su valioso apoyo a Taiwán, y han facilitado enormemente mi labor aquí como representante apoyando la participación significativa de Taiwán en organismos internacionales, tales como la Organización de Naciones Unidas, La Organización Mundial de la Salud, la Organización de Aviación Civil Internacional, la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de las que permanecemos excluidos debido a la presión de China. Confiamos en poder alcanzar asimismo una mayor cooperación con el poder ejecutivo, que el gobierno español nos tenga en cuenta y que comprenda que trabajamos por el beneficio mutuo de ambos pueblos, el español y el taiwanés.

Profundamente agradecido tengo que estar también a los empresarios españoles que tanto interés han demostrado siempre hacia Taiwán y hacia nuestro mercado. El año pasado, el comercio bilateral entre España y Taiwán fue de cerca de 2.500 millones de dólares estadounidenses, con un crecimiento del 39 por ciento con respecto al año anterior. Y según las previsiones para este año, podremos superar los 3.100 millones. Seguiremos manteniendo un superávit favorable a Taiwán de más de 1.000 millones de dólares que tratamos de equilibrar incentivando las exportaciones desde España a Taiwán del sector agroalimentario, especialmente de productos estrella como la carne de cerdo, de la que España es ya nuestro principal proveedor mundial, el aceite de oliva, nuestro segundo proveedor, y el vino, nuestro quinto proveedor.

Pero para ello no solo nos centramos en el sector alimentario. Puedo anunciarles que la Administración Ferroviaria de Taiwán acaba de firmar un contrato con la empresa española Stadler Rail Valencia para la compra de 34 locomotoras de tren por valor de 160 millones de euros, que España entregará a Taiwán el próximo mes de marzo y que contribuirá al equilibrio en la balanza comercial.

Quiero dar las gracias también de manera muy especial a los amigos de los medios de comunicación que tanto tiempo y espacio nos han dedicado estos años. Gracias por ofrecernos su apoyo y por abrirnos páginas, micrófonos y cámaras para hacer llegar la actualidad de Taiwán a los españoles, aunque esta no siempre haya traído, y especialmente en los últimos meses, buenas noticias. Aun así, su apoyo me ha permitido recibir en los últimos dos años más de un centenar de entrevistas en diferentes medios y publicar 27 artículos sobre Taiwán en la prensa española.

Las noticias no han sido, efectivamente, del todo buenas este último año. Cuando parecíamos recuperarnos de la pandemia nos sorprendió la invasión rusa de Ucrania. Y poco después, las amenazas y maniobras militares que a día de hoy continúa sufriendo el pueblo de Taiwán.

China ha anunciado que las maniobras militares que inició tomando como pretexto la visita a Taipéi en agosto de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, serán habituales a partir de ahora. Al cruzar la línea media del Estrecho de Taiwán con sus incursiones aéreas y marítimas, China está tratando de convertir esta situación en habitual y establecer con ello una “nueva normalidad” que supone un cambio unilateral del statu quo en el Estrecho de Taiwán y desafiar el orden internacional.

Desgraciadamente la situación nos obliga a pensar en que el riesgo de guerra sí existe, y no podemos ignorar que la repercusión de una invasión china de Taiwán sería muy superior a la que ha causado la invasión rusa de Ucrania. Tengamos en cuenta que Taiwán se ha convertido en el principal proveedor global y en la pieza clave de la cadena de suministro de chips en todo el mundo, pues ocupa hoy el 63 por ciento del mercado mundial de chips. Nuestra pretensión es la de trabajar en la autodefensa y garantizar nuestra seguridad nacional fortaleciendo nuestra preparación para responder a las provocaciones militares en el Estrecho de Taiwán. Conscientes de que en las guerras nunca hay ganadores, solo perdedores, quiero recurrir a las palabras de mi presidenta Tsai Ing-wen para recordarles que solo cuando se trabaja de manera conjunta y hay un apoyo mutuo, se puede tener éxito en la defensa contra el objetivo expansionista de los regímenes autoritarios. Cito los cuatro compromisos que nuestra presidenta manifestó en su discurso del Día Nacional del año pasado: (1) compromiso duradero con un sistema constitucional libre y democrático; (2) compromiso con que la República de China y la República Popular de China no deben subordinarse entre sí; (3) compromiso de resistir la anexión o la invasión de nuestra soberanía; y (4) compromiso de que el futuro de la República de China (Taiwán) se decida de acuerdo con la voluntad de los propios taiwaneses.

Pero no quisiera terminar mi intervención hablando de enfrentamientos y hostilidades sino, muy al contrario, de paz y amistad, que es lo que me inspira, y creo que nos ha de inspirar a todos, esta celebración. Para concluir, quisiera dejarles un buen sabor de boca con mis palabras, además del que espero les vaya a dejar la degustación de la deliciosa comida que nos espera. Taiwán es - así hemos sido catalogados y así lo sentimos - una isla de resiliencia, estamos acostumbrados a las dificultades, a levantarnos y a avanzar hacia adelante. Ello es así porque somos conscientes de que contamos con el apoyo de países aliados y de ideas afines, como España, con los que compartimos valores como la libertad, la democracia y el respeto por los derechos humanos. Y porque, como dice un viejo proverbio chino, “los verdaderos amigos se conocen en la adversidad”.

Y ahora sí, finalizo alzando nuestras copas y proponiéndoles un brindis por la celebración de nuestro Día Nacional y por la prosperidad de España y Taiwán y la amistad entre ambos pueblos. ¡Felicidades y muchas gracias!