El incremento del precio de compra de vivienda en España ha provocado build to rent se haya convertido en una vía de inversión en expansión. La dificultad para encontrar proyectos ya construidos ha hecho que muchos inversores pongan su atención en aquellos que están en vías de construcción para posteriormente comercializarlos bajos la figura del alquiler. Una fórmula equivalente a una rentabilidad inmediata. Iñaki Unsain, personal shopper inmobiliario de referencia en Barcelona, asegura que “la subida de los tipos de interés y el precio de la vivienda han dificultado aún más el acceso a los pisos de compra para los jóvenes”. En este sentido, “las viviendas BTR son de obra nueva, cuentan con zonas comunes, buenas prestaciones, … Es decir, se presentan como una alternativa de calidad para aquellos compradores que no se pueden permitir la opción de compra”, explica el PSI. En este contexto, el 52% de los jóvenes que vive de alquiler lo hace porque no puede permitirse la compra, según el último informe de Fotocasa.
El apetito inversor ha puesto el foco en las principales ciudades del país: Madrid, Barcelona y Valencia. Se tratan de zonas tensionadas y por esa razón se ha tratado de una alternativa muy bien recibida. Otro de los factores que permite que este tipo de viviendas encajen con las demandas actuales de la sociedad es la sostenibilidad. Venimos de un parque inmobiliario muy antiguo y poco eficiente energéticamente.
Si echamos la vista atrás hemos avanzado mucho en este campo y las viviendas de obra nueva han hecho hincapié. “Las nuevas generaciones son más conscientes de estas prioridades y buscan viviendas eficientes y con bajas emisiones. Un hecho que, a su vez, le afecta a su bolsillo, ya que el precio de las facturas de la luz y el gas se reducen. Una medida altamente contemplada en el contexto inflacionista”, explica Unsain.