Buenas tardes,
Queridos compañeros:
Soy profundamente respetuoso con los valores democráticos, y mi actuación siempre se sustenta en el respeto y el acatamiento de las reglas del juego y la igualdad de armas.
Lamentándolo mucho, por un sentido de la responsabilidad hacia la propia profesión de la Abogacía a la pretendo representar dignamente, al propio sistema de elección de Decano, así como por respeto máximo al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid y a sus 75.000 colegiados, tengo que decir que siento vergüenza por la imagen que, una vez más, se ha proyectado desde el Colegio. Una campaña más.
No se han respetado por otros candidatos las normas electorales, con presentación de candidaturas de forma anticipada al plazo preestablecido. Se han presentado impugnaciones burdas y absurdas y judicialización temeraria, realizadas sin rigor jurídico alguno. Se ha dado una utilización partidista de la imagen corporativa del Colegio como simbología de la campaña por ciertos candidatos, mancillando la neutralidad que simboliza el mismo. Se han elaborado encuestas claramente manipuladas a efectos de realzar infantil y torticeramente a candidatos rezagados. Se han producido grabaciones de audio obscenas de actos electorales con terceros infiltrados para embarrar y ensuciar al contrario y el proceso. A ello hay que añadir los obstáculos para el libre ejercicio del voto telemático, incluso el presencial, al no haberse dotado de mesas electorales suficientes para ejercer el voto, con ausencia de aparcamientos para facilitar el acceso de los Abogados y el rechazo a la necesaria implantación de mesas en otras localidades distintas a Madrid. ¿Todavía nos preguntamos por qué no acuden a votar ni el 10% de los electores de este Colegio?
Por todo ello, no voy a participar en este debate.
Queridos compañeros, el momento es crítico, nuestra representación secularmente ha sido irrelevante dentro del marco jurídico, inversamente proporcional a la potencia que aglutinamos. Y aún seguimos embarcados en guerras intestinas añadiendo manchas a las que ya arrastramos.
Desde ahora mismo, propongo “Activar el Cambio”, con Cercanía, Humildad y Coraje, porque me rebelo contra la conformidad y contra las campañas espectáculo, que imitando lo peor de nuestra clase política sólo contribuyen al desprestigio de nuestro oficio y el descrédito de nuestra Institución. ¿O no somos capaces de elevar la mirada y ver lo que hay fuera de estas paredes?
Mi decisión y propósito es el cambio real, para que la Abogacía Madrileña no pierda el futuro ni el rumbo, sino que lo gane.
Buenas tardes. Muchas gracias. Buena Suerte.
Raúl Ochoa, candidato a decano por "Activa el cambio"