Análisis y Opinión

Los grandes retos de la abogacía madrileña

ELECCIONES ICAM

· Por Myriam Isabel González Navarro, Abogada

Lunes 19 de diciembre de 2022

Empieza una semana crucial en la Abogacía Madrileña. El próximo 20 de diciembre se celebran las elecciones en las que será elegido el nuevo Decan@ y la Junta de Gobierno. Cada uno tenemos nuestras preferencias, pero es importante que la unidad de la Abogacía se mantenga después de ese día. Los Abogados madrileños tenemos grandes retos que resolver.



Uno de los más importantes es la defensa del ordenamiento jurídico, nuestra principal herramienta de trabajo. Esa misión debe ser acometida de forma unánime por todos los que conformamos esta gran familia.

La recuperación de la Abogacía como marca, vendrá determinada por la capacidad o no, del próximo Decan@ de liderar la defensa de nuestro ordenamiento jurídico desde una posición de firmeza, pero a la vez con una voluntad clara de aunar posiciones. Para ello hará falta mucha valentía.

Si nuestra profesión de Abogad@, recupera el lugar que le corresponde en la sociedad, no necesita estar discutiendo si bajan o no las cuotas del Colegio de la Abogacía. Lo realmente importante es que la Institución defienda con firmeza nuestros intereses profesionales y ponga en valor la labor que desempeñamos en la sociedad.

Los Abogad@s desarrollan un trabajo por el cual deberían estar bien retribuidos y el problema real es que la profesión de Abogado ha perdido su prestigio, porque poco a poco han conseguido que perdamos nuestra capacidad de influencia y se discuta de forma constante si nuestros honorarios son elevados o no, además de que nuestro trabajo esté permanentemente cuestionado.

La defensa de la profesión debería ser otra de las grandes misiones de la nueva Junta de Gobierno del ICAM.

La Abogacía necesita una formación de excelencia muy superior a otras, tanto en lo personal como en lo profesional. Existen pocas profesiones en las que sean necesarias tantas habilidades blandas además de una disposición al aprendizaje continuo. La colaboración del Colegio en la formación de estas cualidades de los profesionales, adaptada a los nuevos retos que tendremos que hacer frente, debería ser otra de sus misiones.

Los Abogad@s necesitamos un o una verdadera Líder para hacer frente a estos grandes retos, pero no un Líder cualquiera, sino que forje su liderazgo en el servicio a la sociedad y por supuesto a la Abogacía.

Estando cercana la fecha de finalización del mandato de nuestro Decano, Don José María Alonso Puig, me gustaría poner en valor todo el trabajo que ha realizado en defensa de la profesión. Lo ha hecho ante las diferentes Instituciones Nacionales e Internacionales, habiendo logrado que las opiniones de la Abogacía madrileña cuenten.

Quiero resaltar su valentía en momentos complicados, anteponiendo los intereses de la profesión a los suyos propios, lo que ha sido una constante en su mandato, ejerciendo un claro liderazgo de servicio con el que se presentó a Decano.

Algunos hemos sido testigos como ha defendido siempre que el Ilustre Colegio de la Abogacía es la casa de todos, independientemente de las ideologías personales de cada cual, soportando de manera humilde las críticas recibidas por mantener la lealtad a todos y cada uno de los colegiados.

A lo largo del mandato hemos vivido momentos difíciles que hubo que gestionar, como es la aparición en nuestras vidas del Covid 19 y él lo hizo de manera eficaz estableciendo medidas de apoyo a los más débiles.

Gracias Decano por tu valentía y todas las horas dedicadas a la Abogacía Madrileña.