Economía

El IPC estadounidense pone el broche de oro y continúa la subida meteórica del JPY

INFORME MONEX EUROPE

La libra se unió ayer al repunte del G10 frente a un dólar más blando, aunque las ganancias fueron mucho más limitadas que para otras monedas debido a que las perspectivas económicas siguen siendo poco halagüeñas

Redacción | Viernes 13 de enero de 2023

La moneda única alcanzó ayer nuevos máximos en los últimos 9 meses y esta mañana sigue cotizando a niveles registrados por última vez en abril de 2022. Esto supone un giro radical en la suerte del euro, ya que la última vez que cotizó a estos tipos, la perspectiva de romper por debajo de la paridad apenas tres meses después ni siquiera estaba sobre la mesa. Si bien el camino ahora está más despejado para que el euro continúe aumentando, sigue habiendo algunos riesgos marcados por una Fed inflexible y una ola de frío tardía. Por esta razón, a medida que las valoraciones aumenten, esperamos que el avance del euro al alza sea mucho más lento que el observado en las semanas anteriores. Hoy, es probable que la acción de los precios del euro esté dominada por el comportamiento de la renta variable, ya que los flujos de cartera a nivel mundial podrían volver a la zona del euro después de un largo período de ausencia.



Aunque los datos del IPC de EE.UU. de diciembre superaron las expectativas por primera vez en mucho tiempo, las publicaciones en general continuaron influenciando los mercados, ya que confirmaron sus previsiones subyacentes de que la Reserva Federal se esforzaría por llevar los tipos hasta el 5 % y mantenerlos así mientras las condiciones de inflación se enfrían. Esto ha resultado en que los mercados fijen precios en torno a 10 puntos básicos menos en toda la trayectoria implícita de la Reserva Federal para 2023 y continúen vendiendo el dólar estadounidense. Al cierre de la sesión de ayer, el índice DXY cotizaba un 0,8% a la baja, a niveles registrados por última vez en junio de 2022, siendo las pérdidas más pronunciadas del dólar las registradas frente al JPY, el AUD y el EUR, las tres divisas preferidas del G10 durante gran parte de este año. Aunque el inusual acierto de los economistas al pronosticar una caída del crecimiento del IPC intermensual de un -0,1 %, con un aumento del IPC subyacente del 0,3 % intermensual y un IPC general del 6,5 %, puede haber resultado algo sorprendente, las declaraciones tras la publicación se ajustaron a lo esperado. En una rueda de prensa que tuvo lugar poco después de la publicación de los datos, Joe Biden, como era de esperar, destacó el papel que su gobierno había tenido en el impulso de las condiciones económicas estadounidenses. Además del presidente, los mercados también recibieron la reacción de varios miembros de la Reserva Federal tras conocerse estos nuevos datos. Patrick Harker habló inmediatamente después de la publicación del IPC, confirmando las expectativas del mercado, y sugirió que era partidario de una subida de 25 puntos básicos en la próxima reunión. Un poco más tarde, en la otra cara de la moneda, James Bullard insinuó en sus declaraciones que, en su opinión, las condiciones aún tendrían que endurecerse más de lo que los mercados esperaban para controlar la inflación. Al menos por el momento, parece que los mercados están más del lado de Harker, inclinándose hacia una subida de 25 puntos básicos en febrero prácticamente segura y con unas expectativas de tipos de interés terminales que se mantienen casi sin cambios, ligeramente por debajo del 5 %.

La libra se unió ayer al repunte del G10 frente a un dólar más blando, aunque las ganancias fueron mucho más limitadas que para otras monedas debido a que las perspectivas económicas siguen siendo poco halagüeñas. Las malas perspectivas a medio plazo que están mermando el sentimiento de los inversores siguen siendo el principal catalizador de la acción de los precios en la jornada de hoy, ya que los mercados han pasado por alto en gran medida la sorpresa positiva de los datos del PIB de noviembre, que a todas luces minimizaban el riesgo de que el Reino Unido entrase en una recesión técnica en el cuarto trimestre. Es probable que la atención de los inversores del G10 se centre en la libra esterlina la próxima semana, cuando se publiquen los datos del mercado laboral y de la inflación. Ambos datos influenciarán los próximos pasos del Banco de Inglaterra a principios de febrero. En cuanto a la política monetaria, Catherine Mann, miembro del Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco de Inglaterra, dio una conferencia para estudiantes ayer en Manchester, donde señaló la necesidad de más subidas de tipos para contener la inflación en la economía británica. Dado que Mann ya se había mostrado partidaria de políticas duras, el tono de su discurso no sorprendió y se centró en el anclaje (o falta de él) de las expectativas de inflación, pero el debate sobre las condiciones del mercado laboral como factor que influye a largo plazo en la inflación subyacente se hizo eco de las declaraciones similares dadas por el economista jefe Huw Pill a principios de la semana.

El yen japonés registró unas ganancias del 2,4 % frente al USD en la sesión de ayer después de que el IPC estadounidense lastrara los tipos de interés de este país. Con el aumento de la presión en todos los mercados japoneses de que el Banco de Japón hará nuevos ajustes en dirección a políticas más duras la próxima semana, el yen sigue siendo el lugar de compras preferido en los mercados del G10. Esto se ha vuelto a poner de manifiesto esta mañana, con una nueva caída del USDJPY del 0,8 % de la noche a la mañana, ya que el Banco de Japón se ha visto obligado a realizar más compras de bonos no programadas puesto que el rendimiento del JGB a 10 años ha superado su banda objetivo revisada al alza del 0,5 %.