Para Parera, que ha lamentado la ausencia de Ada Colau en el debate, la intención de la izquierda catalana es “criminalizar a un país porque en su entorno rompe con las teocracias islámicas con las que Barcelona en Comú, ERC y PSC se les cae la baba”, mientras “Barcelona está hermanada con las ciudades de los regímenes comunistas más sanguinarios del mundo. Es el caso de San Petersburgo, La Habana o Shangái”, ha dicho la edil.
La presidenta de Valents opina que romper las relaciones con Israel, una potencia tecnológica, “dañaría los intercambios y la colaboración entre Barcelona y Tel Aviv, fastidiando así los proyectos de multitud de empresas e inversores”. Las consecuencias serían claras: “En resumen, paro y despidos”.
Parera ha recordado que Barcelona acoge la sede de la Unión por el Mediterráneo, lo que supone “absurdo querer deshermanarnos de un país fundamental en el Mediterráneo”. También ha destacado que uno de los objetivos del Plan Director de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento es convertir Barcelona en capital del humanismo tecnológico y en un hub científico y tecnológico, un objetivo que compartimos con Tel Aviv”.
Valents ha votado a favor de mantener el hermanamiento con Tel Aviv y contra el antisemitismo “desde el convencimiento moral que hay que defender a las naciones libres y desde nuestro compromiso político con la libertad”. Pero también por un “compromiso con una Barcelona que esté realmente abierta al mundo”.