Desde mediados de diciembre estamos atendiendo a una dinámica altamente marcada por unas expectativas más moderadas de la política de la Reserva Federal, las previsiones más positivas de crecimiento en China debido a la reapertura anticipada y la mejora de las perspectivas energéticas de Europa. Mientras que este último factor sigue su curso a medida que Europa se acerca un día más al final de la temporada de calefacción, los dos primeros factores se pondrán a prueba esta semana con el nuevo anunció sobre los tipos de interés de la Reserva Federal el miércoles y con la publicación a lo largo de la semana de los índices PMI oficiales y privados de China de enero. Si bien la decisión de febrero ya está prácticamente descontada por los mercados, con una subida esperada de 25 puntos básicos en el rango objetivo, el foco en esta reunión estará puesto en su orientación futura y en si hay indicios de una desviación temprana del gráfico de puntos de diciembre, aunque creemos que la Fed se seguirá mostrando agresiva indicando que la ralentización no es un indicio de que vayan a interrumpir de forma inminente su ciclo de subidas. Más importante, en nuestra opinión, es la fortaleza de los PMI chinos de enero, que se publican tras la vuelta a la actividad por el Año Nuevo Lunar, y si los mercados han puesto en precio una visión excesivamente optimista de las perspectivas de crecimiento a corto plazo de China. El denso calendario de datos no comenzará realmente hasta la publicación de los PMI oficiales de China mañana por la mañana, lo que significa que la sesión de negociación de hoy probablemente se mantendrá en el lado más moderado antes de lo que se espera que sea una semana volátil para la mayoría de los principales pares de divisas.
Tras una semana de relativa tranquilidad, aunque con unos PMIs de por medio, los mercados conocerán por fin el jueves las principales noticias económicas del Reino Unido, con la primera decisión del año sobre los tipos de interés del Banco de Inglaterra. Salvo una pequeña posibilidad de sorpresa pesimista en cuanto a la decisión, lo cierto es que las expectativas en cuanto a esta reunión se han mantenido estables, en una subida de 50 puntos básicos, durante los últimos meses y, al igual que para la Fed o el BCE, la atención se centrará en las actas y en el informe de política monetaria, así como de los próximos pasos a seguir en un contexto complicado donde los débiles datos económicos dificultan la tarea de equilibrar el crecimiento económico con la lucha contra la inflación, con importantes riesgos tanto de endurecimiento excesivo como de endurecimiento insuficiente. No obstante, los analistas prevén una revisión al alza del crecimiento gracias a la mejora de las perspectivas energéticas, que se vería respaldada por los nuevos datos publicados esta mañana por el Lloyds Business Barometer, que sugieren que la confianza de las empresas británicas ha subido a su nivel más alto de los últimos seis meses por la esperanza de que la inflación haya tocado techo con unos precios energético relativamente bajos.
Si el EURMXN experimentaba un final de la semana pasada con un fortalecimiento del 0,69% de la moneda mexicana, hoy la semana parece comenzar a la baja para esta. Esto podría venir explicado por la digestión de los mercados de la última publicación de los datos de balanza comercial del viernes que, si bien mostró un saldo superavitario, de $850 millones, es uno de los más débiles para ese mes con respecto a los últimos 5 años, reavivando la sospecha de una ralentización de la actividad económica que, de ser cierta, conoceremos mañana con la publicación preliminar del PIB del cuarto trimestre, previo a la decisión de tipos de la Fed del miércoles.