El lado de la oferta: Según Wood Mackenzie, el cobre podría registrar un ligero excedente del mercado mundial de refinado de 170 kilotoneladas (kt) en 2023. Pero esta previsión está rodeada de una gran incertidumbre. Por el lado de la oferta, interrupciones como las que hemos visto recientemente en Perú podrían desempeñar un papel importante. Perú es el segundo país productor de cobre y es responsable de alrededor del 10% de la producción minera mundial. Las manifestaciones antigubernamentales en Perú han provocado la interrupción de los envíos a la mina de Las Bambas (300 kt) y de la mina de Antapaccay (180 kt) de Glencore, así como de otras minas como Constancia (117 kt) y Cuajone (148 kt). Las cifras anteriores ponen de manifiesto que la interrupción del suministro desde Perú puede llevar fácilmente al mercado del cobre a una situación de déficit.
La transición energética: En el Foro Económico Mundial celebrado en Davos en enero, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió un apoyo sin precedentes a las tecnologías limpias en todos los sectores de la transición energética. Para que Europa siga siendo competitiva en la nueva era de las energías limpias, debe ofrecer algo que pueda rivalizar con la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense. En 2023, esperamos más medidas por parte de EE.UU., Europa y China, ahora que la seguridad energética se ha convertido en sinónimo de transición energética.
Conclusión
La demanda de cobre a largo plazo podría continuar ascendiendo, pero seguirá siendo cíclica en función de la macroeconomía. Los retrocesos coyunturales podrían crear puntos de entrada interesantes para los inversores que sepan reconocer los aspectos fundamentales del cobre.