La publicación de los datos quincenales de la primera mitad de febrero ha confirmado los peores temores de Banxico, aquellos que llevaron al Comité de Política Monetaria a efectuar una subida de tipos de interés el 9 de febrero por encima de lo que mercados y analistas previmos. Si bien tanto los datos principales como los subyacentes se situaron ligeramente por debajo del consenso del mercado y mostraron una reducción con respecto a la segunda quincena de enero, tanto en términos interanuales como secuenciales, el IPC subyacente sigue siendo demasiado elevado para la tolerancia de Banxico, y la aceleración del ritmo de la inflación subyacente de los servicios hasta un máximo de 20 años del 5,6% interanual sigue siendo muy preocupante.
Estas dinámicas se destacaron específicamente tanto en la declaración de tipos de Banxico como recientemente en las actas de su reunión como motivación para una subida de 50 puntos básicos en lugar de seguir a la Reserva Federal en la ralentización del ritmo de subida.
El informe revela que, durante la primera quincena de febrero, el IPC aumentó un 0,30% con respecto a la quincena anterior y un 7,76% en términos interanuales, frente al 7,81% por el que abogaba el consenso de mercado. En el mismo periodo, el índice subyacente presentó un aumento del 0,35% en su tasa quincenal y del 8,38% en la interanual, frente al 8,42% esperado, donde destaca el aumento en la inflación de servicios, impulsadas en gran medida por el aumento estacional de las tasas educativas, del 0,30% al 0,60% en un año.
Si bien el resultado ha resultado ampliamente en línea con las expectativas de mercado, esto no le resta importancia al hecho de que tanto el índice general como, especialmente, el subyacente, continúan incómodamente altos para Banxico. Y esta ha sido la principal razón que llevó a la institución monetaria a desmarcarse de la de Fed, hace ya dos semanas, después de seis meses de estricto seguimiento.
Esta preocupación no solo se tradujo entonces en una subida sorprendentemente agresiva que situaba el tipo de interés a un día en el actual 11,00%, sino que, siguiendo con su determinación de llevar la inflación subyacente bajo control, Banxico declaró que habría más subidas y que «podrían ser de menor magnitud». Con ello, analistas y mercados entendimos que, a falta de datos de inflación suficientemente sorpresivos como para desviar a la institución de su recién estrenada nueva hoja de ruta, veremos un alza adicional de 25 puntos básicos en la próxima reunión del 30 de marzo.
Adicionalmente, esta decisión trajo consigo una revisión de las proyecciones para finales de 2023, que sitúan ahora la inflación subyacente en el 5,0%, 30 puntos básicos por encima de las anteriores previsiones y ligeramente por encima de la tasa general esperada, del 4,9%. Si bien creemos que esta corrección de los niveles esperados parece ahora más realista, la evolución de la inflación hasta ahora apunta a que estos niveles, aún demasiado lejos, pueden ser difíciles de alcanzar. Por este motivo, el nivel aún elevado de la inflación subyacente de los servicios sugiere la posibilidad de otra subida de 50 puntos básicos
.Con el tipo de interés real ex ante se sitúa ahora en torno al 5,85%, visiblemente por encima del límite superior del 3,4% del rango neutral estimado, la atención continúa puesta en el progreso de la inflación subyacente y en el riesgo de que esta se haga cada vez más permanente. No obstante, creemos que la postura de Banxico es la adecuada. Esperamos que un Comité de Política Monetaria claramente disconforme con la reciente dinámica de la lectura subyacente siga apoyando a la moneda mexicana, actualmente en máximos históricos, a estar en una mejor posición para hacer frente a un entorno cada vez más complejo, marcado por los retos derivados de un progresivo endurecimiento de las condiciones financieras globales.