Economía

El BCE listo para fijar los tipos en medio de la preocupación por la estabilidad financiera

INFORME MONEX EUROPE

Hay tres similitudes entre Silicon Valley Bank y Credit Suisse. Primero, ambos tienen su sede cerca de picos nevados

Redacción | Jueves 16 de marzo de 2023
Tras cinco días consecutivos de fortalecimiento frente al dólar estadounidense, la moneda única se desplomó ayer en lo que fue la peor caída del EURUSD en los últimos seis meses. El detonante fue un repunte de la preocupación por el riesgo sistémico que comenzó con la negativa del Saudi National Bank a inyectar más capital al ya muy castigado Credit Suisse. Esto hizo saltar todas las alarmas en Europa, tan solo dos días después de que lo hicieran al otro lado del Atlántico en un contexto en el que los nervios por una posible propagación del riesgo sistémico a todo el sector bancario estaban a flor de piel. Como consecuencia, el precio de las acciones del banco suizo cayó en la jornada de ayer en torno a un 31% lo que rápidamente se tradujo a una caída generalizada del precio de las acciones de los principales bancos europeos, donde algunos como BNP Paribas o Société Générale llegaron a perder más de un 10%. Todo empeoró cuando el WSJ publicó, durante la tarde europea, que “fuentes” del BCE estarían poniéndose en contacto con los principales prestamistas para que revisasen su exposición a Credit Suisse, lo que desató el pánico.

En ese momento, las probabilidades descontadas en el mercado de swaps sobre índices a un día para una subida de 50 puntos básicos en la reunión de hoy del BCE habían caído al 14%, desde el 80% en el que se habían estabilizado el día anterior. Cuando la situación parecía estar al borde del precipicio, Bloomberg anunciaba, citando a fuentes conocedoras de la situación, que pocas horas después de que Credit Suisse pidiese algún tipo de apoyo al Banco Nacional de Suiza, las autoridades suizas estaban discutiendo la mejor manera de estabilizar al banco. Estos rumores se acabarían disipando con el anuncio del banco central suizo de que “proveerá de la liquidez necesaria” al banco, recordando a su vez que éste cumple e incluso supera los estándares de Basilea.

Aunque los mercados se han vuelto un poco más agresivos en las primeras operaciones de hoy, con los mercados de swaps sugiriendo que la decisión sobre una subida de 25 y 50 puntos básicos es ahora una moneda al aire, creemos que en última instancia la decisión es mantener los tipos por completo o subirlos 50 puntos básicos. En caso de que el BCE considere que la volatilidad del mercado es demasiado elevada para subir los tipos 50 puntos básicos como está previsto, reducir la subida a 25 sugeriría que su objetivo de inflación es una prioridad menor. En su lugar, creemos que mantener los tipos y señalar una reanudación de su ciclo de endurecimiento en una fecha posterior, una vez que las condiciones del mercado se hayan estabilizado, ya sea en una reunión ya programada o no, sería un mensaje más fácil de transmitir. Comparativamente, pensamos que con el sector bancario europeo mejor capitalizado y regulado que en EE. UU. y con el tipo de depósito del BCE partiendo de una base más baja, el BCE debería tener la flexibilidad necesaria para cumplir sus directrices previas y subir 50 puntos básicos hoy y, a la vez, que manifieste la posición del banco ante la reciente aparición de riesgos para la estabilidad financiera en la orientación futura.

Es probable que la presidenta Lagarde haga hincapié en la dependencia de los datos y en un enfoque de reunión por reunión, al tiempo que subraye que el BCE se mantiene vigilante ante cualquier riesgo para la estabilidad financiera en el sistema de la zona del euro. Anteriormente, la orientación futura se basaba probablemente en la sensibilidad percibida por el banco central a un perfil de inflación subyacente más fuerte. El significado de una subida de 50 puntos básicos para el euro en este contexto depende en gran medida del comportamiento de los valores bancarios en las operaciones al contado de hoy. Un repunte, que parece lo más probable teniendo en cuenta cómo han abierto esta mañana las acciones de Credit Suisse, significa que una subida de 50 puntos básicos por parte del BCE infundirá una mayor confianza en el sistema financiero de la zona euro, lo que sería favorable para el euro. Sin embargo, si el BCE no acierta con el momento oportuno o Lagarde comete un error de comunicación, la reunión de hoy podría pesar pronto sobre la moneda única.

Hay tres similitudes entre Silicon Valley Bank y Credit Suisse. Primero, ambos tienen su sede cerca de picos nevados. Segundo, sus cotizaciones bursátiles reflejan las consecuencias de una mala gobernanza. Y tercero, la repentina caída de sus valores de mercado ha suscitado inquietud sobre la estabilidad financiera. La principal diferencia, es que el tamaño de SVB en EE. UU. hacía más fácil contener las consecuencias para el mercado de su suspensión de pagos, mientras que el declive de Credit Suisse planteaba riesgos significativos de inestabilidad financiera sistémica. Por ello, la sesión de ayer, en la que las acciones de Credit Suisse se desplomaron más de un 24% en el día, fue mucho más preocupante desde el punto de vista de la estabilidad financiera mundial y provocó que las acciones de los bancos europeos perdieran la asombrosa cifra de 60.000 millones de dólares en valor de mercado combinado.

El riesgo de una mayor inestabilidad financiera sistémica hizo que los mercados se comportaran de una manera más tradicional: la renta variable mundial bajó, los rendimientos de los bonos cayeron, los swaps de incumplimiento crediticio repuntaron y los operadores de divisas se refugiaron en el dólar, el yen japonés y los mercados de financiación en dólares. Las divisas europeas lideraron las pérdidas frente al billete verde, con el euro perdiendo un 1,65% en la sesión, ya que una de las mejores operaciones del año, las posiciones largas en bancos europeos, se redujo drásticamente.

Sin embargo, al igual que el martes, el inicio de la sesión de hoy parece algo más tranquilo. Esto se debe al anuncio conjunto del regulador suizo FINMA y el Banco Nacional Suizo de anoche, que no sólo mostraron su apoyo a las finanzas del banco, sino que también se ofrecieron a respaldar su liquidez en caso necesario. Esta mañana, Credit Suisse ha anunciado que aceptará la oferta del BNS y tomará prestados hasta 50.000 millones de francos suizos, al tiempo que recomprará algunos títulos de deuda preferente. Todavía está por ver si esto frenará o no la huida generalizada de los valores bancarios y dará lugar a un alivio de las preocupaciones sobre la estabilidad financiera; sin embargo, el nivel general de volatilidad dentro del espacio de activos cruzados justifica que los inversores mantengan la cautela. Mientras que en el ámbito de las divisas estaremos atentos una vez más a la evolución del mercado bursátil, hoy también estaremos pendientes de la sensibilidad de los bancos centrales a los riesgos para la estabilidad financiera, ya que el BCE anunciará su última decisión política.

Con todo lo que está ocurriendo, es posible que el acontecimiento fiscal más importante del año en Reino Unido pasase por alto. Ayer se presentó al Parlamento el Presupuesto de Primavera, poco después del mediodía. Las expectativas previas al evento eran que el Canciller, Jeremy Hunt, evitaría generar mucho revuelo en los mercados. Lo que no sabía es que no tenía por qué preocuparse. Con la atención de los mercados en la estabilidad del sistema bancario, y la libra esterlina moviéndose salvajemente como resultado, los ajustes presupuestarios del Reino Unido tuvieron más bien un impacto marginal. A pesar de ello, Hunt se ciñó al guion previsto y reveló poca información nueva sobre los planes del Gobierno, respecto a lo que ya se había filtrado a los medios de comunicación antes del acto.

En este contexto, llamó la atención las nuevas previsiones del OBR, que sugieren que el Reino Unido evitará una recesión técnica en 2023. Aunque todavía se espera que la economía británica se contraiga un 0,2% este año, esto supone una notable mejora de las perspectivas a corto plazo para la economía del Reino Unido. Esto se acompañó de una previsión de que la inflación caiga hasta sólo el 2,9% a finales de año. Con la próxima decisión de política monetaria del Banco de Inglaterra a la vuelta de la esquina, esta combinación de crecimiento más robusto e inflación en rápido descenso parece una buena noticia para el Comité de Política Monetaria. Sin embargo, las previsiones del Banco, incluidas las del Informe de Política Monetaria de febrero, han sido notablemente más pesimistas que las del OBR en los últimos tiempos. Dado que la inflación sigue siendo elevada por ahora, los mercados estarán atentos a la forma en que el Banco decida equilibrar sus perspectivas más bajistas para la economía con los crecientes riesgos para la estabilidad financiera en la próxima reunión. Nuestra previsión sigue siendo una subida final de 25 puntos básicos, pero esta opinión podría evolucionar en los próximos días si aumenta la incertidumbre en torno al sistema bancario.

Si ayer mencionábamos cómo la mejora del sentimiento del riesgo global había apoyado a la evolución de los precios de las principales divisas latinoamericanas durante la sesión del martes, el comportamiento de los mercados de ayer ha hecho que hoy la historia haya cambiado. La preocupación por una mayor inestabilidad financiera sistémica alrededor de lo que ocurría en Credit Suisse traspasó el Atlántico en una sesión marcada por la agitación de los mercados en general. En concreto, mirando a las principales divisas latinoamericanas, al igual que el lunes, ayer el peso mexicano experimentó importantes salidas de capitales, ya que la renovada preocupación por la inestabilidad financiera sistémica dificultó las condiciones de riesgo. La aversión general al riesgo junto a una mayor volatilidad de los tipos de interés, evidente en la volatilidad implícita de los bonos del Tesoro de EE. UU., que alcanzó máximos registrados por última vez durante la crisis financiera, provocaron que las populares operaciones de carry volvieran a tener un rendimiento inferior.

Como resultado, el MXN cayó más de un 2% en el día junto con el CLP, que en lo que va de año sigue teniendo la mayor rentabilidad total dentro de la región LATAM. En comparación, el real brasileño, donde las posiciones de carry se han recortado en gran medida tras una amplificación del riesgo interno en las últimas semanas, las salidas fueron mucho menos drásticas. Así, el BRL bajó sólo un 0,66% frente al dólar. La alta volatilidad del mercado sigue penalizando a las divisas latinoamericanas que están siendo testigos de que el elevado carry no está siendo suficiente para atraer a los inversores, mucho más inclinados hacia los valores refugio.