El gobierno de Ada Colau y PSC descuida el patrimonio de Barcelona. Un buen ejemplo de ello son los búnkers del Carmel, un espacio histórico y patrimonial “degradado y abandonado” al que comunes y socialistas “no han prestado la más mínima atención durante el mandato”, denuncia Eva Parera, candidata a la alcaldía de Valents. Los búnkers del Carmel están llenos de grafitis. “Da mucha vergüenza el incivismo y vandalismo generalizado de la zona, pero lo peor es ver que el Ayuntamiento es incapaz de limpiar las pintadas. Este problema se arrastra desde hace años, pero ha ido cada vez a más y ahora el lugar está muy sucio y deteriorado”, critica la presidenta de Valents.
Como se puede ver en las imágenes que Valents hizo hace unos días, hay pintadas en las estructuras de las antiguas baterías antiaéreas, las rocas, las escaleras de piedra, los mapas y carteles informativos y en la propia instalación que el Museu d’Historia de Barcelona (MUHBA) tiene en el lugar. La dejadez es tal que hasta los propios trabajadores del MUHBA lo reconocen.
El problema va más allá y los propios búnkers y los alrededores están llenos de basura. Los visitantes dejan los escombros por todos lados, “pero el servicio de limpieza municipal parece que pasa poco o directamente no pasa”, afirma Parera. La regidora recuerda que Barcelona tiene una nueva contrata de limpieza, por la que se paga casi 300 millones anuales, pero a los búnkers no ha llegado.
¿Y de quién es la culpa? Valents señala a los dos partidos del gobierno municipal, Barcelona en Comú y PSC. A nivel de distrito, este emplazamiento depende de Horta-Guinardó, donde gobierna la edil del PSC Rosa Alarcón, y desde el punto de vista cultural, el máximo responsable político es el teniente de alcaldía Jordi Martí Grau (Barcelona en Comú). Valents exige al gobierno de Colau y PSC que quite las pintadas de los búnkers, limpie la zona de forma periódica y ponga fin a los numerosos problemas de vandalismo y de convivencia
Una de las medidas tomadas por el Ayuntamiento de Barcelona es la instalación de vallas metálicas en el entorno de los búnkers con el objetivo de cerrarlos por las noches, ha podido comprobar Valents. Parera censura el largo retraso de las obras -tenían que estar listas la primavera de 2022- y el elevado precio de la adjudicación, más de 1,4 millones, medio millón más sobre lo inicialmente previsto.