“No hace falta trabajar en una fábrica para necesitar soldar. De hecho, para eso estamos empresas como la nuestra. Gracias a la automatización de este proceso y a opciones como la soldadura láser se puede mejorar la rentabilidad, mejorando los procesos y acabados y siendo más competitivos” explican desde Canary Welding.
Soldaduras de acero al carbono, inoxidable y aluminio estructural y marino, estructuras metálicas, montajes industriales, refuerzos, obra civil…no hay nada que se les resista y todo gracias a conocer a fondo un oficio que está en constante evolución y al que, hoy en día, es necesario aplicar e incorporar cada novedad técnica para ser más eficiente.
¿Cuáles son las ventajas de este tipo de servicios?
En primer lugar, piezas y acabados mucho más profesionales y que encajan a la perfección con la necesidad en cada caso.
En segundo lugar, gracias a ciertas partes automatizadas, se consigue más producción en menor tiempo, optimizando las fabricaciones y abaratando sus costes.
Pero, además, es que hay que estar a la vanguardia en cuanto a materiales porque, según se espera, poco a poco se incorporarán algunos como el titanio o la fibra de carbono, siendo en empresas especializadas donde primero se empezará a trabajar con ello.
Gracias al uso de estos nuevos materiales es probable que mejoren los resultados de la soldadura. De hecho, la tendencia pasa por encontrar nuevos usos a la misma gracias a las propiedades únicas de la inclusión de este tipo de materia prima. Tanto los metales ligeros como el aluminio o el titanio, que dotan a las estructuras de ligereza y fuerza, como el uso de la soldadura láser para mejorar el acabado, pueden ser claves para que la revolución sea una realidad.