Organizarse y tener un cronograma de trabajo y embalaje es esencial a la hora de cambiarse de casa o sitio de trabajo. El primer paso es contactar una empresa de mudanzas para establecer la fecha de la misma, apartar el camión y que los expertos de la compañía evalúen la cantidad de objetos a transportar para determinar el tamaño y capacidad del vehículo.
Teniendo una fecha realista fijada (para que dé tiempo de todo) hay que comenzar una serie de labores que deben hacerse sin estrés. Esto quiere decir, sin prisas, ni horarios cabalgados y agotadores, pero, también, sin pausa. En este sentido, hay que seguir estos pasos:
Buscar una empresa de mudanza reconocida será garantía de que todo salga bien, de que las cosas se suban al camión sin daños, se transporten sin contratiempos y se bajen sin golpes o arañazos.
De allí la importancia que se mencionó en el primer paso de buscar una compañía experta con personal capacitado.
Como se dijo se empezará a guardar o embalar en cajas lo que no se necesite. Pero, atención con esto. Los libros pueden ir uno sobre otros, pero los objetos frágiles hay que envolverlos con protección especial como el plástico de burbujas.
Por otra parte, las cosas en las cajas deben estar bien organizadas para que no se dañen con el movimiento y se puedan romper.
Otra consideración importante a la hora de guardar cosas para la mudanza es aprovechar el espacio para ocupar menos dimensiones en el camión.
Para ello se pueden dejar cosas que no sean muy pesadas y que no se dañen al moverse en los cajones de los diversos muebles. Basta con poner cinta plástica para que estos no se abran y se pierda el contenido.
Utilizar fundas de almohadas y/o bolsas plásticas de basura para meter en ellas cosas suaves e irrompibles como mantas, sábanas, edredones o cojines permitirá “rellenar” huecos en el camión de mudanzas que no pueden ocupar muebles u otras cajas.
Los muebles delicados, obras de arte y electrodomésticos se pueden forrar en papel de embalar o plástico de burbujas para que no reciban golpes.
Si algo mitiga la molestia de una mudanza es saber que se comienza un ciclo nuevo. Es momento de renovación, evolución y cambio.
Irse a una nueva casa o piso más grande, con más comodidad o propio es el mejor aliciente para una mudanza.
En esta línea de pensamiento, hay que tirar, regalar o vender todo lo que no haga falta. No hay que llevar trastos a la casa u oficina nueva.
Cuando se esté embalando hay que clasificar y deshacerse de todo lo que no se haya usado en un año porque será cargar con cosas innecesarias que aumentan los costes de la mudanza.