Qin pidió apegarse a una visión mundial inclusiva, para quien China y Europa deben respetar y apoyar las vías de desarrollo de los distintos países elegidas por su pueblo, responder de manera conjunta y positiva a las preocupaciones universales de la comunidad internacional.
El orden internacional de posguerra debe ser salvaguardado y se debe defender un auténtico multilateralismo, añadió.
Qin pidió comprometerse con una visión progresista de la historia. Lo que más necesita la comunidad internacional es el desarrollo pacífico, la equidad y la justicia, y el progreso en lugar de un retroceso. La Guerra Fría fue una tragedia para la humanidad, resaltó.
Qin advirtió que una "nueva Guerra Fría" solo traerá mayores desastres, dañará severamente los intereses de los chinos y los europeos, así como del resto del mundo, y socavará de forma significativa el multilateralismo y la gobernanza global.
China y Europa se deben oponer conjuntamente a una "nueva Guerra Fría", dirigir la promoción de la coordinación y la interacción positiva entre grandes poderes y utilizar sus capacidades y recursos para promover el desarrollo y la prosperidad comunes, dijo el canciller chino.
Qin también pidió defender la perspectiva de una cooperación mutuamente beneficiosa y con ganancias compartidas. China es socio de Europa en el manejo de desafíos y riesgos, y lo que China exporta a Europa y al mundo es certeza y no riesgos, subrayó.
China y Europa, que se oponen por unanimidad a la "desvinculación y ruptura de cadenas", deben defender la dirección correcta de la globalización económica, fortalecer la coordinación de políticas macroeconómicas, explorar el potencial de cooperación, abordar de manera adecuada las inquietudes esenciales de la otra, y mantener conjuntamente la estabilidad y la fluidez de las cadenas globales industrial y de suministro, concluyó Qin.