Gracias a sus respuestas y opiniones se ha elaborado un documento que recoge cuáles son las palancas que se han de accionar para fomentar la sostenibilidad futura de empresas, instituciones y entidades, para adaptarse y estar preparadas para el cambio. Todo ello partiendo de los tres primeros pilares básicos identificados: personas y talento; innovación y tecnología; y ecosistema y alianzas.
Cada uno de ellos incluye, inicialmente, cinco elementos, analizados en el documento como componentes esenciales de la ‘Gestión 5.0’:
Personas y talento: Incluye el liderazgo transformacional; la convivencia entre personas y tecnología; el desarrollo profesional continuo; las nuevas necesidades y expectativas de los empleados; y las nuevas estructuras de trabajo. Y se consideran temáticas que hoy en día están en pleno proceso de desarrollo, como la aplicación del life long learning en los equipos, de los entornos híbridos, a caballo entre lo presencial y lo online; de los horarios flexibles en favor de la salud y el bienestar de los empleados y de la introducción de la inteligencia artificial en los procesos de trabajo, entre otros aspectos.
Innovación y tecnología: Se compone de los siguientes elementos: agilidad y adaptabilidad; generación de información útil a partir del análisis de datos; tecnologías emergentes; innovación en los modelos de negocio; y modelos de innovación abierta. En este caso, se abordan estrategias relacionadas con el aprendizaje y la adaptación a los nuevos procesos que marca la combinación entre tecnología y sociedad. También con la recopilación ordenada de grandes cantidades de información que puede ser esencial para la toma de decisiones, así como con la comunicación constante con grupos de interés internos y externos de carácter diverso que nos aporten ideas disruptivas, importantes para alcanzar la diferenciación.
Ecosistemas y alianzas: Finalmente, este tercer pilar de la ‘Gestión 5.0’ recoge los siguientes elementos: pensamiento estratégico; trabajo en red; gestión de la experiencia global, gestión del impacto de la organización; y sostenibilidad a largo plazo. Todos ellos buscan la manera de transformar la capacidad de una organización de mirar hacia el futuro a largo plazo, valorando diferentes escenarios, identificando problemas y oportunidades. Y conseguirlo compartiendo conocimientos y aprendiendo de otras organizaciones sin perder nunca de vista los criterios EESG: económicos, ambientales, sociales y de gobernanza.
¿Pero qué es la Gestión 5?0?
Se trata de ir definiendo un horizonte del futuro a medio y largo plazo de manera que las organizaciones se vayan preparando para el mismo. En un mundo que cambia cada vez más deprisa y en el que la tecnología, la complejidad y la incertidumbre transforman nuestra forma de vivir y de trabajar, es bueno tener identificado cuáles son los elementos que seguirán aunque sea de diferentes formas.
Un futuro que a su vez se ve alterado por cambios coyunturales impredecibles, como la pandemia de COVID-19, crisis energéticas o conflictos geopolíticos como el de Rusia y Ucrania. Todo ello hace que la supervivencia a corto plazo sea la principal preocupación de muchos líderes, a pesar de que esto no garantiza ser sostenible en el futuro.
“Es fundamental que las empresas y organizaciones se preparen para poder afrontar mejor las nuevas necesidades de sus grupos de interés y las nuevas situaciones a las que se enfrentarán en su ecosistema. Necesitan herramientas para trabajar la anticipación, la agilidad, la adaptación al cambio, y enfocarse en la gestión del futuro para afrontar los desafíos y aprovechar las oportunidades que vayan surgiendo en este mundo en constante evolución”, asegura Ignacio Babé, director general y CEO del Club Excelencia en Gestión.